El sargento en situación de retiro Maikol Awananch Ugrum, de 29 años, logró ganar una nueva batalla, esta vez no de un conflicto armado, sino de la guerra contra el COVID-19 que lo mantuvo en una cama del hospital Nacional Dos de Mayo.

Este guerrero, que sirvió en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) del 2011 al 2013 y oriundo de la comunidad nativa awajún de Yutupis (Amazonas), nunca bajó la guardia y fue dado de alta.

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El doctor César Rodríguez, médico emergenciólogo del hospital Nacional Dos de Mayo, cuenta que Maikol ingresó al nosocomio con dolor de garganta, tos seca, dolor de espalda y dificultad respiratoria. Sin embargo, en todo momento fue un buen paciente y cumplió con todos los procedimientos.

"Respetaba los procedimientos, apoyaba en todo, se mostraba optimista, es decir, aceptó el reto. Al cuarto día de permanecer en el servicio de emergencia y trauma schock, presentó avances en su recuperación ya que tenía una respiración más moderada. Los médicos también estaban con él las 24 horas y cuando se fue, se despidió de nosotros con los pulgares arriba", relata.

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El optimismo de Maikol responde no solo a su juventud, tiene una familia que lo espera en Amazonas. Es el mayor de 8 hermanos, esposo, padre de una niña, hijo y nunca imaginó que una gripe terminaría por agravarse hasta convertirse en una neumonía atípica.

"Él trabajaba como agente de seguridad y cuando le dio la gripe, fue al hospital y ahí le dieron su diagnóstico. Estaba triste, no tenía palabras, pero se terminó quedando internado del 18 al 30 de abril en el hospital. Dice que en todo momento pensaba en la familia", cuenta su primo Gilber, el único familiar que Maikol tiene en Lima.

A su salida del recinto hospitalario, Maikol se comprometió a seguir descansando, alimentarse adecuadamente y asistir a su próxima cita médica programada para el 10 de mayo porque lo único que desea, en estos momentos, es una franca recuperación.