El constitucionalista, Omar Cairo, explicó que para la aprobación de la cuestión de confianza debe haber una mayoría de votos que supere las abstenciones y los votos en contra. O lo contrario si acaso es rechazada por el Pleno; es decir, una mayoría de votos en contra.

Según lo que establece el artículo 130 de la Constitución, el presidente del consejo de ministros va a plantear respecto del programa de gobierno y las principales medidas de su gestión ante la sesión del Pleno.

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“Entonces, el primer ministro pedirá que se apruebe y en ese pedido de aprobación hará cuestión de confianza, de tal manera que, si no se aprueba ese programa y las medidas, entonces, pierde el cargo porque se ha rechazado la cuestión de confianza”, detalló.

Luego añadió: “Y si se aprueba entonces cuenta con la cuestión de confianza, porque no es lo mismo la cuestión de confianza que el llamado moción de confianza. No estará en cuestión si los parlamentarios confían en el primer ministro o en sus convicciones políticas. Eso puede ser materia de una moción de censura más adelante”.

Según el artículo 130 lo que es objeto de la cuestión de confianza es el programa de gobierno y las medidas principales que requiere la gestión que expone el presidente del consejo de ministros.

En tanto, cuando el primer ministro se presenta lo hace en nombre del todo el gabinete. Y si plantea una cuestión de confianza lo hace a nombre de todo el gabinete. El rechazo de la cuestión de confianza significa que al no aprobar todo aquello que solicita el primer ministro, hace perder el cargo a todo su gabinete.

“Es probable que si hay un rechazo a la cuestión de confianza se nombre un nuevo presidente del consejo de ministros y uno o más ministros vuelvan a ocupar la cartera. Estarían iniciando una nueva gestión”, comentó.

El especialista recordó que lo que tiene que pasar es una mayoría en aprobación o una mayoría en desaprobación. “Las abstenciones no pueden ser las que decidan el resultado de la cuestión de confianza”, apuntó.