El drama de los connacionales que tratan de volver a sus regiones en plena época de la emergencia sanitaria por el coronavirus continúa en nuestra capital, así lo comprobó TVPerú en la zona cercana al Club de la Marina de Guerra, en la Panamericana Sur a la altura de Lurín.

“Esto es una pesadilla que jamás imagine vivir, cuando vine del Cusco hace algunos días buscando mejores oportunidades”, dijo una joven desesperada. “No tengo casa, trabajo, tampoco tengo el coronavirus, pero el hambre es lo que me va a matar”, agregó.

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Son alrededor de 250 personas, entre los que se ve también a niños y adultos mayores, que esperan desde muy temprano las decisiones que tomen las autoridades de sus localidades para poder volver al Cusco, Abancay y Ayacucho.

Ellos indicaron que arribaron a Lurín esta mañana luego de pernoctar en Atocongo. “Desde allí hemos venido caminando y las suelas de nuestros zapatos se han gastado, mientras esperamos llegar a donde tenemos una casa, un lugar donde sembrar algunos productos para alimentarnos”, expresaron.

Son muchos los que buscan regresar a sus regiones, en la mañana un grupo de compatriotas lograron ingresar al club marino para pasar las pruebas respectivas de descarte de COVID-19 para poder seguir camino hasta su región.

Mientras tanto, los que llegaron después sólo se sentaron a esperar. Los marinos llegaron a atenderlos en algún momento con alimentos calientes, pero ahora se preparan a pasar la noche en la intemperie soportando el frío de otoño, muy cerca a la playa.