Miguel es uno de los trabajadores en la hacienda de los Robles. Junto a su padrastro, su madre y su abuela, se encargan de las tierras de cultivo. Un día, un sonido peculiar es escuchado por ellos, el sonido de un pututo, un instrumento andino. Justina, la abuela, busca el origen del ruido y se encuentra con Evaristo, el verdadero padre de Miguel.

Blas lleva un tiempo viajando hacia el sur para encontrarse con don José de San Martín. Él se encuentra dialogando con otros esclavos cuando Monteagudo pasa junto a ellos y ve la brújula que le dio Paco, así que le pide ir donde el libertador. Aquí, San Martín reconoce la lealtad de Blas y lo nombra sargento.

Nuevamente, el enemigo ataca la Fortaleza del Real Felipe, donde Lorenzo resulta muy herido de los cañonazos. Esa misma noche, Teresa y Paco van a verlo y a cuidarlo hasta el día siguiente. Lorenzo sabe que ha sido derrotado, pero solo se lo dice a Paco al ser su hermano.

Por otro lado, Rosa María suele escaparse de casa para ir a pasear estando tapada y, detrás de ella, Miguel la sigue, pues está muy interesado en la hija de los Robles, aun así esté casada. Pero luego, Justina lleva a Miguel a conocer a su padre, de quien no tiene recuerdos por haber sido muy pequeño cuando lo dejó. A pesar de ello, Evaristo le pide a su hijo que lo acompañe en la lucha contra los españoles. En un principio no se ve convencido, pero, al día siguiente, Miguel no aparece en la hacienda.