El muro que resistió a Lima y dio origen a la mayor devoción del Perú

En "Herencia viva", Ricardo Aguilar relató cómo un muro intacto tras el sismo de 1655 marcó el inicio de la devoción más grande del país: el Señor de los Milagros. Foto: captura.

En "Herencia viva", Ricardo Aguilar relató cómo un muro intacto tras el sismo de 1655 marcó el inicio de la devoción más grande del país: el Señor de los Milagros. Foto: captura.
12:08 horas - Viernes, 17 Octubre 2025

En Herencia viva, el historiador Ricardo Aguilar relató la historia detrás del muro que sobrevivió al terremoto de 1655 y se convirtió en el símbolo más grande de fe del país: el Señor de los Milagros. Una devoción que nació en medio del desastre y terminó uniendo a todo un pueblo bajo un mismo color: el morado.

Aguilar explicó que la Lima del siglo XVII fue testigo de una destrucción casi total tras el sismo de 1655. Sin embargo, en medio de los escombros, un muro pintado con la imagen de Cristo permaneció intacto. Ese hecho marcó el inicio de una devoción que creció con fuerza entre los limeños. “En este primer terremoto es donde inicia la devoción ante un muro que queda sobre pie en cuanto a la ciudad derruida”, señaló el historiador, destacando que este suceso detonó la fe hacia el Señor de los Milagros.

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Según Aguilar, la devoción no surgió solo como consecuencia del terremoto, sino también del trabajo previo de evangelización en la Lima colonial. “La fe en el Señor de los Milagros es producto del éxito de la evangelización en la temprana Lima del siglo X”, explicó, al recordar que en aquella época ya existían cofradías y hermandades dedicadas a distintas imágenes de Cristo crucificado.

EL ORIGEN HUMILDE DE UNA IMAGEN

El muro de Pachacamilla guardaba una pintura sencilla: solo una cruz. Aguilar mencionó que esta primera representación “ha sido pintada por un africano que algunos vinculan de casta Angola”, aunque aclaró que más que una sola persona, fue un grupo de afrodescendientes quienes dieron inicio a esta devoción. Este detalle, dijo, resalta la importancia del aporte afroperuano en la historia espiritual del país.

Con el paso del tiempo, la fe se extendió por toda la ciudad. Lo que comenzó como una práctica humilde entre afrodescendientes se convirtió en una manifestación colectiva que unió a los limeños sin distinción de clase ni origen.

DE LA PERSECUCIÓN AL RECONOCIMIENTO

Aguilar recordó que, en sus inicios, las autoridades coloniales trataron de eliminar esta expresión religiosa. “El virrey y las autoridades eclesiásticas mandaron a borrar la imagen del Señor de los Milagros”, comentó. En esa época, toda práctica que conservara elementos considerados “bárbaros” era perseguida.

Sin embargo, con el paso de los años, el poder político y eclesial terminó por reconocer y legitimar la devoción. “El virrey Amat es uno de los principales benefactores en la construcción de la nueva iglesia del Señor de los Milagros”, señaló Aguilar, destacando el cambio de mirada hacia una fe que había nacido desde los sectores más humildes.

SÍNTESIS DE LA PERUANIDAD

Para el historiador, el Señor de los Milagros simboliza más que una imagen religiosa. “Yo pensaría al Señor de los Milagros como una síntesis de la peruanidad, del elemento religioso, pero también del fervor popular”, expresó. En su visión, el culto representa la unión entre el cristianismo, la herencia afrodescendiente y la profunda espiritualidad del pueblo peruano.

Mira la nota completa con Ricardo Aguilar y revive este apasionante relato histórico en Herencia viva, disponible en nuestro canal de YouTube.

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