Cuidar la imagen física de los mayores refuerza su identidad y potencia su autoestima, lo que se puede traducir en una mejora de su salud y la calidad de vida. 

El cuidado personal mejora en la persona mayor el autococepto sobre sí mismos, fomenta la percepción positiva sobre su imagen física y mejora su autoestima.

Dentro del cuidado de la imagen se incluyen elementos de estética como hábitos de salud e higiene personal, higiene bucal, hidratación de la piel, la ducha diaria o el cuidado básico del pelo, que se aplican a todos los usuarios de los centros. Pero también es importante no descuidar el cuidado de la estética, que incluye la manera de vestir, el peinado o, en el caso de las mujeres, el maquillaje.

Los psicólogos gerontólogos señalan que es importante no abandonarse, quererse y aceptarse a cualquier edad y asumir con naturalidad el paso de los años.

El hecho de continuar con el cuidado rutinario de la imagen ayuda a esa aceptación, lo que evita caer en la desgana y por tanto redunda en una mejor salud psíquica de la persona mayor.

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