A lo largo y ancho de nuestro país el Instituto Nacional de Defensa Civil encabezó un simulacro de sismo de 8.5 grados y tsunami, así como eventos destructivos en el caso del interior del país con la finalidad preparar a la población ante un desastre de magnitud.

La población en general hizo un alto a sus labores para salir por las rutas de evacuación señalizadas y colocarse en un lugar seguro, sea dentro o fuera del lugar donde se encuentran.

En la capital, trabajadores de las entidades ubicadas en los alrededores de la Plaza de Armas de Lima evacuaron sus oficinas durante el simulacro nacional de sismo que se ejecutó a las 16.00 horas.

Los servidores de la Municipalidad de Lima, encabezados por el alcalde Luis Castañeda Lossio, así como de Palacio de Gobierno y de entidades como el Arzobispado de Lima salieron hacia la plaza de manera ordenada, siguiendo las indicaciones de las brigadas de defensa civil.

Lo mismo sucedió en la sede del Congreso de la República donde los legisladores y trabajadores de ese poder del Estado evacuaron hacia la plaza Bolívar en busca de un lugar seguro para refugiarse.

En tanto, en el conjunto habitacional Martinetti en Barrios Altos, se ensayó la instalación de un puesto de albergue temporal, a donde fueron llevados dos niños "heridos". Esta acción se cumplió bajo el liderazgo del jefe del Indeci, general Alfredo Murgueytio.

De igual manera, por un lapso de diez minutos el transporte público se detuvo, al igual que los buses del Metropolitano.

Las direcciones desconcentradas del Indeci a escala nacional proporcionaron asistencia técnica a las autoridades locales y regionales de Defensa Civil.

Asimismo, personal especializado se movilizó para efectuar la evaluación del ejercicio en diferentes zonas y establecimientos.

Cabe indicar que los simulacros son un ejercicio práctico que permite evaluar procedimientos, herramientas, habilidades, destrezas y capacidades de la población organizada y autoridades ante situaciones de emergencias y desastres.