Los médicos de EsSalud salvaron la visión a “Joseph”, un bebé de 8 meses de nacido, que sufrió un accidente en la córnea, gracias a una intervención quirúrgica de emergencia que se realizó en el Hospital I Higos Urcos, ubicado en la provincia de Chachapoyas, en el departamento de Amazonas.

El oftalmólogo, Luis Enrique Bravo Amaya, quien encabezó la operación, señaló que decidieron no referir la atención del menor hacia un establecimiento de mayor capacidad resolutiva, ubicado en la provincia de Chiclayo, “porque cada minuto transcurrido era muy valioso. Si los papás hubieran tenido que viajar por tierra durante 14 horas a Lambayeque, seguramente hubiese sido demasiado tarde y Joseph habría quedado ciego del ojo derecho”.

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A medida que pasa el tiempo, los objetos incrustados en el ojo de las personas y en especial en bebés lactantes o en niños, llámese, cristales, astillas, piezas de metal o arenillas, suelen moverse de su lugar inicial e introducirse profundamente. Por esta razón, los oftalmólogos de este centro hospitalario, procedieron a preparar la sala de operaciones para intervenir de inmediato, indicó.

Un parpadeo y lagrimeo repentino, además de un llanto que evidenciaba un dolor muy intenso y la frotación constante del ojo derecho, alertaron a los padres del pequeño de que posiblemente un cuerpo extraño se le había incrustado en la córnea; y no se equivocaron, ya que así lo confirmaron los médicos del Seguro Social, del servicio de urgencias del Hospital I Higos Urcos. 

Tras analizar el caso, los galenos supieron que era muy riesgoso por tratarse de un bebé lactante. “Decidimos que no se podía perder más tiempo. Nuestra misión era salvar su vista y darle la oportunidad de conocer el mundo con plenitud. A nosotros, nos alegra sobremanera, haber logrado la precisión que se necesita en este tipo de operaciones para ubicar el objeto y retirarlo sin afectar ninguna zona”, comentó el médico.

Los padres de “Joseph”, viajaron 2 horas y media por tierra desde la provincia Rodríguez de Mendoza en Chachapoyas para llegar al hospital. En la primera evaluación, observamos que el bebé se llevaba la mano a su carita repetidas veces, se frotaba y no había manera de tranquilizarlo. No obstante, luego de la exitosa operación, el primogénito de los esposos José Gilver Tejada Fernández (34) y de Nancy Portocarrero Zumaeta (19), puede ver correctamente se encuentra de muy buen ánimo, balbucea, sonríe y se alimenta sin dificultad.

“En la operación hemos utilizado un microscopio exclusivo para operaciones de cataratas y retina denominado: OPMI LUMERA 700. Este equipo, nos permitió, disponer de una visualización precisa y detallada del ojo afectado del bebé. El microscopio, cuenta, además, con un pedal inalámbrico configurable y un enfoque para cambiar rápidamente entre diferentes planos focales”, anotó.

En casos similares, donde, objetos ingresan por accidente al ojo, como, por ejemplo, trocitos de plástico, fibras, pequeños trozos de metal, es fundamental actuar con rapidez para evitar complicaciones. “La vivienda de la familia Tejada Portocarrero es humilde, la mamá cree que del techo de calamina le cayó una piedrita al ojo del bebé. En esta intervención hemos puesto todo nuestro empeño, voluntad y ahora nos satisface ver el rostro alegre de los papás y del niño”, agregó.

Joseph fue dado de alta con una visión óptima y presenta muy bue ánimo. Mientras tanto, el doctor Bravo Amaya, de 32 años, regresó a laborar a Chachapoyas, en junio pasado, luego de concluir una especialización en Oftalmología, en el Hospital Nacional Alberto Sabogal, de EsSalud, la cual se prolongó durante 3 años.