Cómo diferenciar un duelo normal de un duelo patológico ante la pérdida de un familiar
EsSalud
La muerte de un ser querido, a causa de una enfermedad como el COVID-19 o de manera repentina, es una etapa difícil de superar. Las personas que sufren estas pérdidas afectivas atraviesan un proceso de duelo que puede tener manifestaciones y síntomas diferentes, los cuales son expuestos por un especialista de EsSalud.
La médico psiquiatra del hospital Guillermo Almenara de EsSalud, doctora Ángela Podestá, explicó que el duelo es un proceso psicológico consciente e inconsciente que ocurre como respuesta ante la pérdida de un ser amado.
[Lee también: Desde un unicornio hasta el Chavo del 8: trajes curiosos durante la jornada electoral]
Sostuvo que el duelo normal dura de seis meses a un año y se manifiesta de distintas maneras en cada persona. Tiene una serie de etapas, siendo la primera la negación y se da cuando la persona no asimila la pérdida del familiar.
La segunda etapa es la ira que se manifiesta en el enojo de la persona ante posibles causantes del fallecimiento, se trata siempre de buscar a algún culpable del deceso. “A veces el enojo es hasta con Dios, en el caso de las personas que tienen creencias religiosas”, acotó.
Otra fase es la negociación en la que el afectado emocionalmente trata de negociar el porqué, para qué, cómo puedo hacer para recuperar a mi familiar. Luego viene la etapa de la depresión en la que la persona entra en tristeza, irritabilidad, problemas de sueño enfocado en la pérdida del ser querido.
“Esto (la depresión) puede durar algunos meses y después de este proceso de depresión ya se da la última fase que es la aceptación”, detalló.
Duelo patológico
La especialista señaló que cuando las manifestaciones de tristeza, irritabilidad y pensamiento enfocado en la pérdida del ser amado superan el tiempo de un año estamos hablando de un duelo patológico.
“Además de la duración mayor de un año, Si la persona tiene gestos e ideas suicidas, se aísla en casa, no quiere salir, ya no se relaciona con su entorno, no come, no duerme, podríamos estar hablando de un duelo patológico y se tiene que buscar ayuda porque no es un duelo normal”, apuntó.
Dijo que en ambos casos es importante identificar los factores de vulnerabilidad y realizar un mejor tamizaje para identificar estos síntomas depresivos a fin de abordar este problema de salud mental de manera multidisciplinaria.
Factores
Anotó que algunos factores de vulnerabilidad están referidos a la forma de cómo se dio la muerte del ser querido, fue una pérdida repentina o brusca en un accidente o quizás el fallecimiento de una persona menor de edad.
Otro aspecto es la forma en que se da la noticia del deceso, el grado de vínculo o la relación que tenga la persona con el fallecido y si hay antecedentes familiares sobre problemas de tipo de salud mental.
A esto se suma el tema económico o la preocupación por la falta de trabajo que se ha visto mucho en estos tiempos de pandemia. “Todo esto está asociado a mayores probabilidades de desarrollar síntomas depresivos o problemas en el duelo”.
“La idea es poder identificar a tiempo a estas personas vulnerables y darles tratamiento oportuno, a cargo de un equipo multidisciplinario, que va desde tratamiento psicoterapéutico y en algunos casos con uso fármacos”, manifestó la médico psiquiatra.