El verano también trae consigo riesgos para la salud debido al incremento de la temperatura, siendo la deshidratación uno de los problemas más frecuentes entre los adultos mayores de 65 años. 

“El organismo intenta compensar la deshidratación mediante la sed. Sin embargo, en los adultos mayores este mecanismo se encuentra alterado y no ingieren la cantidad de líquido que su organismo necesita, deshidratándose más rápido”, advirtió Francisco Amado Asmat, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.

El especialista indicó que cuando los adultos mayores se encuentran deshidratados, la temperatura de su cuerpo se eleva excesivamente produciéndose así el llamado “golpe de calor”.

“Algunos de los síntomas del ‘golpe del calor’ son la ausencia de sudoración, piel enrojecida y caliente, dolores de cabeza, mareos, náuseas, taquicardia y trastornos del nivel de conciencia (desorientación, alucinaciones o confusión mental). Si el paciente presenta estos síntomas y no recibe atención oportuna, puede conllevar a la pérdida de conciencia y finalmente la muerte”, añadió.

Recomendaciones para evitar el “golpe de calor” 

“Un adulto mayor debe hidratarse adecuadamente bebiendo aproximadamente dos litros de líquidos al día, dependiendo de la edad y de su estado de salud, y sobre todo de su función renal (riñones). Por ello es importante que la persona acuda a sus controles médicos regularmente para que reciba la orientación adecuada”, resaltó el doctor.

Remarcó, además, que la temperatura corporal no solo va a aumentar por los rayos solares recibidos directamente, sino también por el calor que se acumula en las habitaciones sin ventilación. 

Recomendó el uso de ropa y zapatos ligeros, así como una buena atención por parte de sus cuidadores, a fin de que reciba una nutrición e hidratación adecuada y oportuna.