El Gobierno de Xi Jinping manifestó su apoyo "a los reclamos de ejercicio pleno de soberanía de la Argentina en la cuestión de las Islas Malvinas", motivando la respuesta de la Cancillería del Reino Unido, que a su vez fue replicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la administración de Alberto Fernández.

Esta nueva controversia diplomática, que se desarrolló desde las redes sociales, tuvo su origen en la visita del presidente argentino a China. 

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Luego del encuentro entre los jefes de Estado, se elaboró una declaración conjunta en la cual Pekín respaldó a Buenos Aires en sus planteos, incluyendo "la reanudación a la mayor brevedad de las negociaciones encaminadas a la solución pacífica de la disputa, de conformidad con las resoluciones pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas". 

Ese mismo día, la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, respondió desde su cuenta de Twitter: "Rechazamos por completo cualquier cuestionamiento sobre la soberanía de las Malvinas". Para aquella funcionaria, "las Malvinas son parte de la familia británica", y con más énfasis remarcó: "Defenderemos su derecho a la autodeterminación". Por último, señaló que "China debe respetar la soberanía de las Malvinas". 

Desde Buenos Aires, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería argentina, Guillermo Carmona, le contestó: "Reino Unido debe respetar el derecho internacional y el llamado de la comunidad internacional. Esperamos que cumpla las resoluciones de la ONU sobre Malvinas".

En 2021, China ya había expresado un fuerte respaldo a la postura de Argentina sobre el reclamo de Malvinas, dentro del Comité Especial de Descolonización de la ONU.