La historia detrás del Señor de los Milagros: el monasterio donde nació una tradición peruana

Herencia viva presentó la historia del Monasterio del Señor de los Milagros y los personajes que hicieron posible su fundación en el siglo XVIII. Foto: captura.
En Herencia viva, una guía del Monasterio del Señor de los Milagros compartió la historia de cómo nació este importante lugar de fe.
A través de sus palabras, se conoció el papel fundamental de María Antonia Lucir del Espíritu Santo y don Sebastián de Antuñano y Rivas, dos figuras claves en la creación del monasterio y en la expansión de la devoción al Cristo Moreno.
[Lee también: El canto de las aves y la sabiduría amazónica, según Iñigo Maneiro]
EL ORIGEN DE UNA DEVOCIÓN
En la llamada Sala de Fundación, los lienzos narran cómo surgió el monasterio y su iglesia. “Lo que está representando a través de los diferentes lienzos, nos va a decir cómo llegamos a la fundación del monasterio, cómo se llega a tener la iglesia”, explicó Liliana Canessa Cavassa, directora del Museo del Señor de los Milagros.
María Antonia Lucir del Espíritu Santo, una joven quiteña, llegó al Perú a los doce años junto a su madre, que había enviudado. Desde pequeña, mostró una profunda fe hacia el Nazareno y trajo consigo la espiritualidad carmelitana, que marcaría para siempre el carácter del monasterio. Además, fue ella quien instauró el uso del color morado, símbolo que hoy identifica la devoción al Señor de los Milagros.

UN SUEÑO QUE CAMBIÓ TODO
El origen del hábito morado tiene una historia especial. En un sueño, el Señor se le apareció a María Antonia y le dijo: “A ti te doy mi hábito que usé en la tierra, ahora tú lo llevarás”. A partir de ese momento, el morado se convirtió en un signo de humildad y entrega espiritual, un legado que permanece hasta hoy.
Mientras tanto, don Sebastián de Antuñano, un joven español, también vivía una búsqueda interior. Luego de participar en un retiro con los jesuitas, al salir pasó por la pequeña ermita del Señor de los Milagros. Allí sintió un llamado profundo, una voz que le dijo: “Antuñano, ven a cuidar mi culto”.

LA FUNDACIÓN DEL MONASTERIO
Decidido a obedecer ese llamado, don Sebastián utilizó su fortuna para comprar los terrenos que rodeaban la imagen sagrada. Al saber que la beata Antonia Lucía debía abandonar su convento en Montserrat, se acercó a ella para pedirle ayuda en la expansión del culto.
Contaron con el apoyo de doña Fernández de Córdoba, quien aportó los recursos necesarios para la construcción y los ornamentos litúrgicos. Finalmente, con la presencia del virrey y las autoridades eclesiásticas, tres Carmelitas Descalzas ingresaron al nuevo claustro. Así, el 18 de marzo de 1730, se inauguró oficialmente el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de San Joaquín.
Las religiosas no solo cuidaron la imagen del Cristo Moreno, sino que impulsaron la procesión que, con el paso de los siglos, se convirtió en una de las expresiones de fe más grandes del Perú. La historia del monasterio es también la historia de cómo la fe, la solidaridad y la determinación de unos pocos dieron forma a una devoción que une a todo un país.
Descubre la historia completa y todos los detalles sobre el origen del Monasterio del Señor de los Milagros en Herencia viva, disponible en nuestro canal de YouTube.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:







 
         
         
         
          
         
        






