Las tareas principales de los riñones son el retiro de los residuos metabólicos (desintoxicación) y de la regulación del agua del cuerpo, electrólito y equilibrio base/ácido.

Estas son sus funciones:

• Remueve los desechos.
• Remueve el exceso de fluido (concentración y dilución de la orina).
• Regula el balance ácido (excreción de H+, conservación de HCO3).
• Regula el nivel de electrolitos
• Estabiliza la presión sanguínea
• Controla la producción de las células rojas de la sangre. (EPO).
• Regula la toma de calcio.

En vista de ser un órgano vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo, hoy te damos algunos consejos para cuidarlo:

• Mantenerse en forma y activo. Realizar ejercicio ayuda a reducir la presión arterial y, por lo tanto, reduce el riesgo de enfermedad renal crónica.
• Mantener regularmente el control de su nivel de azúcar en la sangre. Aproximadamente la mitad de las personas con diabetes desarrollan algún grado de daño renal, por lo que es importante que las personas con diabetes hagan controles regulares de funcionamiento renal.
• Controlar la presión arterial. La hipertensión arterial es causa frecuente de daño renal y mucho más si se asocia a otros factores de riesgo como dislipemia o diabetes.
• Seguir una dieta saludable, rica en vegetales y mantener un peso adecuado; esto ayuda también a controlar la diabetes y otras enfermedades cardíacas que acompañan el daño renal.
• Moderar el consumo de sal.
• Mantener una adecuada ingesta de líquidos. Aumentar la ingesta de agua facilita la eliminación de sodio y tóxicos por los riñones, lo cual disminuye notablemente los riesgos de desarrollar enfermedad renal.
• No fumar. El tabaquismo altera la vasculatura renal y potencia fuertemente a los otros factores de riesgo como dislipidemia, hipertensión arterial y diabetes en generar insuficiencia renal, además de aumentar el riesgo de cáncer de riñón.
• No utilizar fármacos antiinflamatorios por largos períodos de tiempo. Es conocido el daño renal de los denominados antiinflamatorios no esteroideos. 
• Realizar un control de sangre y orina si presentan diabetes, hipertensión arterial, obesidad y si un miembro de la familia padece esta enfermedad.