El ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, dijo que prevalecer el diálogo es una premisa innegociable adoptada en el gabinete ministerial e impuesta por la presidenta Dina Boluarte.

“Eso no es negociable. Y en ese sentido, en mi caso, puedo señalar que la experiencia en la gestión pública nos hace generar una empatía importante con algunas demandas insatisfechas. Hay que ser muy honesto y directo”, señaló.

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Dijo que existen demandas insatisfechas que son el núcleo de las protestas sociales. “De repente un grupo minoritario, radical, no quiere dialogar o tiene una idea política o ideológica sobre el tema, pero la gran mayoría de personas que ha marchado en esta protesta social ha sido por demandas insatisfechas”, comentó.

Tenemos un país con muchas brechas. Y esas demandas insatisfechas han generado heridas. Y la única manera de cicatrizarlas es que las autoridades, en todo nivel, tengamos la capacidad de escucha, agregó.

Explicó que el Estado tiene una secretaría de diálogo en el viceministerio de gobernanza y que, incluso, en los ministerios también se cuenta con grupos que monitorean en todas las regiones todas las intervenciones.

“Entonces, no es desconocido para el Estado cuáles son los problemas, cuáles son los conflictos, cuáles son las expectativas no sólo de las autoridades sino de las organizaciones sociales y de los ciudadanos de a pie”, indicó.

Es decir, agregó, cuando uno va a una mesa de diálogo frontal, sincera, se tiene que decir lo que está en cartera y qué se puede hacer de inmediato porque recordemos que hay una decisión, también de la presidenta, de recortar el mandato para convocar elecciones, insistió.

“Nosotros sabemos que estamos en un gobierno de transición y acá hay que ser muy precisos en lo que es gestión pública: cuando se tiene un gobierno de transición se tiene que marcar hitos claros y objetivos con un cronograma de tiempo”, dijo.

No venimos a sorprender a nadie ni decirle a la gente que vamos a cambiar el mundo en los meses que nos quedan de gobierno, precisó. Pero marcamos la diferencia en que sí hay cosas que se pueden hacer de manera inmediata. Y esas son las cosas que tenemos que dar las mesas de diálogo, apuntó el ministro.

Sostuvo que viajó en días pasado a Ayacucho, Ica, Arequipa. También se reunió con las comunidades nativas de nuestra amazonia. Incluso escuchó a un grupo de mineros informales que quiere ya formalizarse, que quiere entrar en la mesa de diálogo.

“Todos esos espacios parten a raíz de una necesidad insatisfecha, de una brecha, de una demanda. Y nosotros responsablemente marcamos esos hitos. Decimos: este es el panorama, queremos escucharlos. Y a partir de ello vienen los conductos y los canales de solución”, remarcó.