El politólogo Omar Coronel dijo que la mayoría de los actores sociales que se manifiestan desde diciembre pasado en distintas regiones del sur no ven al gobierno como un interlocutor válido y que es difícil pensar que, con Dina Boluarte en la presidencia, las protestas amainen.

“Yo creo que la gran parte de las organizaciones sociales y de los actores sociales que se están movilizando no ven a este gobierno como un interlocutor válido. Y ese es un gran problema porque es difícil pensar que con Boluarte en el poder las protestas amainen”, señaló.

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Sostuvo que el esfuerzo por tender puentes de diálogo con los sectores sociales “hubiera tenido alguna opción o alguna viabilidad si se hubiese marcado un quiebre luego de lo ocurrido en Ayacucho el 16 de diciembre”.

“Que es lo que ha ocurrido en otros momentos en la historia de conflictividad de nuestro país. Es un momento de dureza donde la represión se desborda y hay una especie de alto el fuego, un diálogo, cae un gabinete, se promete hacer responsables a quienes participaron”, agregó.

Admitió que hubo un punto de quiebre donde el gobierno baja la tensión y entabla un diálogo dando muestras para hacer creíble ese diálogo.

“Uno esperaba que eso ocurra antes de las acciones vistas, pero luego de lo que se produjo en Apurímac y Ayacucho se sintió que fuera cada vez más difícil”, expresó.

Luego en la segunda etapa donde tenemos las protestas de Juliaca con medio centenar de fallecidos y varios heridos, para mí es difícil pensar que los organizadores de las protestas y los autoconvocados en general y la gran mayoría que se moviliza por todo el país podrá establecer algún diálogo, añadió el analista.