Si antes era usual que un candidato recorriera las diversas provincias del país, abrazando a sus simpatizantes, compartiendo alimentos o bailando con ellos, la nueva normalidad indica que estas formas de expresión constituyen un alto riesgo en el contagio del COVID-19.

La Directiva Sanitaria Nº 128-Minsa-DGIESP establece que los candidatos o partidos políticos deben priorizar los mecanismos de difusión virtuales, digitales o no presenciales, considerando que se encuentra suspendida, entre otras actividades, todo tipo de reunión que implique aglomeración de personas.

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"Ingerir alimentos en un evento público representa la posibilidad de romper el distanciamiento, de contaminar las manos con los alimentos que se reciben, de quitarse la mascarilla y emitir aerosoles y gotas de saliva con secreciones respiratorias que incrementan el riesgo de transmisión de la COVID-19", afirmó el doctor Manuel Espinoza, asesor del Despacho Viceministerial del Minsa.

"Es recomendable que los candidatos y las agrupaciones políticas no se desplacen o viajen en esta coyuntura. El acto de que mucha gente se traslade de una región de muy alta transmisión, como es Lima, trae consigo el riesgo de llevar el virus a lugares con mediana transmisión, incluso movilizar variantes mucho más contagiosas", aseveró.

Actividades en espacios abiertos

En caso de que algún candidato opte por viajar, deberá tener en cuenta que en los departamentos considerados de ‘riesgo extremo’ no se podrán realizar actividades proselitistas de carácter presencial.

Asimismo, los partidos políticos y líderes deberán evitar las actividades que impliquen desplazamientos de personas de un lugar a otro, siendo el partido político el encargado de verificar el cumplimiento de las medidas de prevención y control.

De otro lado, los candidatos deberán mantener sus mascarillas bien colocadas durante todo el evento, los mismos que deben durar el menor tiempo posible.

La norma también señala que ninguna persona que forme parte de los grupos de riesgo, gestantes y niños, puede participar en las actividades proselitistas y los partidos políticos son responsables de su cumplimiento durante el desarrollo de las mismas. En tanto, a los gobiernos locales les corresponde velar por el control y acatamiento de las medidas.

Con información del Minsa.