Declaran Patrimonio Cultural de la Nación a la música y canción criolla
El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Música y canción criolla: saberes, prácticas y espacios de transmisión en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, por constituir una cultura musical construida por sectores populares de población mestiza, afrodescendiente y migrante a lo largo de un proceso histórico, que se extendió desde finales del siglo XIX y todo el siglo XX, resultado del cual ha tomado forma, el que se considera en la actualidad, uno de los principales elementos constitutivos de la identidad musical del país.
La declaratoria llama la atención sobre la complejidad de hablar de música y canción criolla, ya que esta conjuga dos aspectos. Por un lado, la industria cultural que se ha configurado en torno a su producción, difusión y consumo. Y, por otro lado, los saberes, prácticas y espacios de transmisión, que la han definido como una manifestación del patrimonio cultural inmaterial, articulando una vibrante comunidad de portadores.
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Sobre la comunidad de portadores, se resalta el papel clave jugado por esta en salvaguardar y asegurar la vigencia de la música y canción criolla a lo largo de más de un siglo de historia, en medio de sus vaivenes al interior de la industria musical y las constantes transformaciones del panorama sonoro peruano. Una comunidad de portadores integrada por un conjunto diverso de actores, que incluyen autores, compositores, músicos, intérpretes, ejecutantes, productores, promotores, coleccionistas, investigadores y hasta constructores de instrumentos musicales.
Sobre el alcance territorial, se reconoce que el término música y canción criolla suele referirse a un repertorio escuchado y difundido a nivel nacional e internacional. No obstante, y en tanto manifestación del patrimonio cultural inmaterial, se llama la atención sobre Lima y Callao, como núcleos iniciales de práctica, dada la importancia que tuvieron estos espacios en la creación de géneros, repertorios y estilos musicales que serían finalmente identificados como criollos.
En ese sentido, el valse o vals criollo, la marinera limeña y la polca se reconocen como un núcleo de géneros musicales distintivos de la música y canción criolla. Siendo la construcción del vals criollo, el fenómeno social que le confirió un elemento articulador. No obstante, se reconoce que, alrededor de estos géneros, orbitan otros que también son practicados por las comunidades de portadores en Lima y Callao, y que se asocian con otros espacios territoriales y sectores de población en la costa del país.
Estos incluyen, por ejemplo, el tondero y la marinera en sus variantes norteñas; tradiciones de poesía popular cantada tales como la décima o el amorfino; y géneros asociados con núcleos de población afrodescendiente que han sido materia de procesos de recuperación, revitalización y reinvención como la zamacueca, el baile tierra o zaña, el festejo, entre otros. Cabe mencionar que, algunos de estos géneros ya se encuentran declarados como Patrimonio Cultural de la Nación.
Además de los géneros, en la declaratoria se realza las prácticas musicales de carácter colectivo que distinguen a la música y canción criolla y que incluyen jaranas, serenatas, romerías, y hasta el acompañamiento de festividades religiosas populares. Todo ello, evidencia su interrelación con la dinámica cotidiana, el ciclo de vida y la identidad de sus portadores, más allá de la construcción de gustos o preferencias musicales.
La transmisión de este complejo conjunto de saberes y prácticas no habría sido posible si es que la comunidad de portadores en Lima y Callao no daba forma a espacios de transmisión. Así, la declaratoria hace especial mención a la red de espacios que históricamente contribuyeron a la conformación de la música y canción criolla, que incluyen desde los más cotidianos como jaranas en casas y callejones, hasta los más institucionales tales como asociaciones culturales, peñas, academias y los emblemáticos centros sociales culturales musicales.
Es importante destacar que esta declaratoria ha sido posible gracias al esfuerzo articulado de la Municipalidad Metropolitana de Lima, a través de su Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima – PROLIMA, el acompañamiento técnico del Ministerio de Cultura y, sobre todo, la participación de las comunidades de portadores a través de cerca de 20 mesas de trabajo y la formulación participativa de un Plan de Salvaguardia en el transcurso del 2021.
La declaratoria de la Música y canción criolla: saberes, prácticas y espacios de transmisión en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao, dada hoy a través de la Resolución Viceministerial N° 000225-2022-VMPCIC/MC, tiene lugar cerca de 80 años después que el 31 de octubre fuese instituido como el Día de la Canción Criolla, mediante Resolución Suprema en 1944.
Previamente, el Ministerio de Cultura ha realizado acciones para la promoción y puesta en valor de esta importante manifestación. Ha dado la Medalla de Honor de la Cultura Peruana y reconocido Personalidad Meritoria de la Cultura a cerca de 70 destacadas figuras y espacios del criollismo. Publicado 4 libros sobre el vals criollo, la marinera limeña, y la vida y obra musical de Chabuca Granda y Alicia Maguiña.
Declarado Patrimonio Cultural de la Nación a las obras musicales de importantes compositores criollos como Felipe Pinglo Alva, Eduardo Márquez Talledo, Manuel Raygada Ballesteros, Augusto Polo Campos y Chabuca Granda. Organizado 4 ediciones de los Encuentros de Centros Musicales. Y realizado en 2018, las Jornadas de Encuentro con el Sector Musical Criollo, como espacio para reflexionar sobre la problemática actual y retos a futuro para la música y canción criolla.