Conoce la historia de la emprendedora cusqueña que busca preservar la identidad textil altoandina
El nombre "Pallay", que en quechua significa "cosecha e iconografía ancestral".
Alejandra Tula Rivera Raffo, fundadora de Away Pallay SAC, ha logrado posicionar su empresa cusqueña de moda sostenible como un referente en la revalorización y preservación de los saberes textiles ancestrales. Su marca, Casa Pallay, nace en 2014 con el propósito de conectar la riqueza textil altoandina con un consumidor consciente que valora la autenticidad, el arte y la cultura.
El nombre "Pallay", que en quechua significa "cosecha e iconografía ancestral", encapsula la esencia de la marca: rescatar y transmitir las tradiciones textiles que forman parte de la identidad cultural peruana. Recientemente, Alejandra Tula recibió el Gran Premio del concurso nacional MYPE, Orgullo Emprendedor, organizado por Caja Arequipa, destacándose en la categoría Valor Familiar.
A través de un modelo de trabajo colaborativo con más de 100 tejedoras altoandinas, mantienen un vínculo auténtico ya largo plazo, asegurando un impacto positivo a nivel sociocultural, ambiental y económico. Cada pieza de Pallay está tejida a mano con la técnica ancestral del telar de cintura, respetando procesos tradicionales de hilado, teñido, urdido y tejido.
En "Casa Pallay", ubicada en el Centro Histórico de Cusco, sus telares con alma toman vida como prendas, accesorios y piezas de arte únicas, conectando a sus clientes con las historias y emociones de las tejedoras que las crean. Desde sus inicios, la familia de Alejandra Rivera ha crecido junto a sus comunidades y colaboradores.
Este logro es el resultado de su compromiso con la calidad, la autenticidad y el impacto social sostenible. A futuro, buscan ser la marca líder en moda sostenible, preservando y promoviendo la cultura textil altoandina. Su objetivo es impactar positivamente en la vida de 500 artesanas y alcanzar una facturación anual de S/3 millones en los próximos cinco años.