Centralismo, desatención, desdén cultural y otros generan demanda social que Lima no entiende, explicó Eland Vera
El analista político y sociólogo, Eland Vera, explicó que las demandas sociales vigentes provienen de una parte del país al que denomina “el interior de lo interior” que no es atendido por los gobiernos de turno -a su juicio- ensimismados en el centralismo.
“He vivido algunos años en Lima y me ha quedado claro que es otro país. Muy diferente a lo que se vive en el sur andino. Y más a lo que yo llamo “el interior de lo interior”. Porque el interior pueden ser las capitales departamentales, pero esto también tiene un interior donde la desatención es más fuerte”, agregó.
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Hay cosas de fondo que desde los pueblos del interior se sienten y que desde Lima se ven de otra manera, precisó.
El catedrático de la Universidad del Altiplano sostuvo que los ofrecimientos de los gobernantes forman parte de la retórica centralista, así sean provincianos los mandatarios. “Una vez que llegan a la capital cambian su estilo y su retórica”, dijo.
Al explicar qué generan las demandas sociales afirmó que específicamente en el sur andino existe “un rechazo fuerte a este orden establecido”.
“Es la ausencia de Estado en el sentido de que no hay política pública, sino que quienes operan la política pública muchas veces no comprenden el mundo cultural, las tradiciones, el mundo andino-amazónico en nuestro país”, sentenció.
A parte de que no hay Estado, cuando está, hay un problema de desentendimiento. La protesta va más allá de lo político. Creo que se enfoca en el núcleo de lo político, pero se abrieron unas compuertas de las grandes fisuras y de las grandes desigualdades del Perú, agregó el analista.
Y que en el caso del sur andino son más notorias y expresivas, precisó. Esta rabia contenida de la gente, este terruqueo constante de no poderse explicar por qué la gente es violenta, por qué la gente reacciona de esa manera, por qué la gente quema locales o tiene acciones desmedidas, indicó.
“Entonces, sería interesante comenzar a preguntarnos por qué hace eso la gente. Cuáles son las motivaciones profundas por las cuales sectores de la sociedad lo hacen. A mi entender, es este modelo y esquema centralista y discriminador que ha desatendido a esta “nación interna” como suelo llamarla”, puntualizó.