Aguas subterráneas sirven de plan de contingencia en caso de escasez, pero su explotación merece tener límites
La jefa de la oficina de Asuntos Jurídicos de Sunass, Lily Yamamoto, dijo que la explotación de las aguas subterráneas debe hacerse dentro de los límites para generar un balance porque servirá como plan de contingencia en caso el agua escasea.
“Es como si fuera un río que discurre debajo de la superficie. En ese caso no es posible ver si el agua se está agotando, si hay una recarga suficiente. Es posible contar con la explotación del agua subterránea, pero dentro de los límites porque hay que mantener ese balance. Esta agua subterránea servirá de plan de contingencia en caso el agua superficial escasea”, señaló.
Asimismo, explicó cómo se diferencia el agua superficial que es la que viene de la lluvia, aumenta el caudal del río, se acumula en los reservorios; es decir, es un recurso visible.
Luego añadió que cuando hay sequía bajan los caudales y los stocks de reserva es posible verlos, calcularlos, y adoptar las medidas necesarias para que la población pueda tener acceso al agua.
“De repente en forma reducida con la continuidad interrumpida, pero que todos puedan tener el derecho al agua. No sucede lo mismo con el agua subterránea”, manifestó.
Citó el caso de desabastecimiento que ocurrió en México hace dos meses y que fue atribuido a que no hubo monitoreo ni gestión del agua subterránea.
“La segunda ciudad más importante de México se quedó sin agua. No había ni para el uso doméstico. La BBC reporta en un estudio que titula “A Monterrey le llegó el día cero”. Monterrey no tenía ni una gota de agua. Tuvo que suspender el agua incluso para los servicios higiénicos y mínimas condiciones”, comentó.
De otro lado, reveló que tienen un total de 200 procesos judiciales en los que distintas empresas, gremios y entidades de tipo educativo, recreacional, de una u otra forma pretenden eludir el pago del concepto denominado Tarifa de monitoreo y gestión de las aguas subterráneas.
“Lo que dicen estas empresas es que es un tributo confiscatorio, discriminatorio, anti técnico, etc. Y que la gestión y monitoreo no es visible para ellos. Dicen que si no lo hacen no tienen que pagar. Cosa que no es cierta, porque no se trata de que este monitoreo se haga dentro de su propiedad y que ellos puedan verla”, indicó.