El río Rímac registró un 90 por ciento menos de arrojo de basura, desperdicios y desmonte durante la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno para disminuir el riesgo de contagio del coronavirus en el Perú, informó el presidente del directorio de Sedapal, Francisco Dumler.

El procentaje reducido significa que no llegamos a más de una tonelada de basura y escombros que se deposita en el lecho por parte de la población y de las fábricas ubicadas cerca a las riberas del río hablador, indicó.

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Dijo que los trabajadores de la empresa de saneamiento que dirige han confirmado la reducción al verificar las esclusas de la planta de la Atarjea, donde ya no se observa la gran cantidad de bolsas de basura, maderas y todo tipo de residuos como era habitual antes de la cuarentena.

Destacó también que hubo una disminución de las roturas y el colapso de las tuberías de agua y desague, porque la emergencia sanitaria ha generado un menor tráfico de vehículos pesados.

El hecho que las tuberías no colapsen se debe a que aquellas personas irresponsables que arrojaban basura a los buzones del alcantarillado, ya no pueden hacerlo, porque era una práctica que ejecutan generalmente de noche, cuando nadie los podía ver, sostuvo.

Dumet se mostró esperanzado indicando que esperaba que el hecho se mantenga en el tiempo y, una vez que se levante el estado de emergencia por la epidemia, no se vuelva a contaminar el río Rímac.