El Ministerio de Salud (Minsa) inició el proceso de vacunación a los trabajadores de su Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU), debido a que establecen contacto directo con los pacientes afectados por el virus del COVID-19.

Desde el distrito de Jesús María, el director ejecutivo del SAMU, doctor Carlos Malpica, destacó el rol que viene cumpliendo el personal de este servicio durante la pandemia, el cual ha permitido brindar atenciones y traslados de pacientes con sospecha y diagnóstico de coronavirus.  

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En virtud a ello, Malpica precisó que 216 profesionales médicos y asistenciales en primera línea fueron inmunizados en 6 grupos de 36 personas. Posteriormente, está garantizada la vacunación de los 500 profesionales de la salud que integran el SAMU.

Esta jornada es un esfuerzo de todas las direcciones del Minsa involucradas en el proceso inmunización y que velan porque esta se realice de manera ordenada", agregó.

La primera en recibir la dosis de la vacuna china de la farmacéutica Sinopharm fue la enfermera Milagros Lino, quien en presencia de sus compañeros de labores y bajo estrictos protocolos de bioseguridad, manifestó sentirse contenta. “Gracias a esta vacuna, podemos trabajar tranquilos ya que estaremos protegidos frente al letal virus", declaró.

Por su parte, el supervisor de Enfermería, Gorik Aramburú, enfatizó que inmunizarse contra el COVID-19 es importante ya que a través de los años la humanidad ha controlado y eliminado múltiples enfermedades gracias a las vacunas.

Explicó que la administración de la vacuna se realiza en el hombro; por tanto, es común que la persona  presente dolor en la zona de punción y luego de su aplicación, las reacciones normales son fiebre, fatiga, dolor de cabeza o diarreas como respuesta natural del organismo, duran hasta 3 días y pueden tratarse en domicilio. 

En el caso de esta vacuna, para lograr una adecuada inmunización, es necesario colocar una segunda dosis que se aplicara después de 21 días respecto de la primera.

Finalmente, Aramburú sostuvo que aunque una persona esté vacunada no debe bajar la guardia frente al coronavirus y tiene que mantener las medidas sanitarias, como son el lavado de manos frecuente, uso de mascarilla y protector facial y distanciamiento físico de 1.5 metros entre personas.