La violencia contra niños, niñas y adolescentes es un grave problema social y todos tenemos un rol que cumplir, afirmó la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero-Lozada, al firmar el “Pacto de Ternura”, una iniciativa de la sociedad civil que busca recolectar 100 mil firmas contra la violencia infantil.

Este hecho simbólico se realizó en presencia de más de 200 niños, niñas, adolescentes y personas adultas mayores que participaron de las celebraciones por la Navidad, organizadas por el MIMP en el Centro de Atención Residencial - San Miguel Arcángel.

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La ministra dijo que diversos estudios demuestran que los niños que han sido expuestos a violencia doméstica tienen en promedio 8 puntos menos de coeficiente intelectual que los niños que no han sido expuestos a ella.

Para enfrentar este problema, el 2015 se promulgó la Ley 30403, que prohíbe el castigo físico y humillante hacia la niñez y adolescencia en todos sus ámbitos de vida y convivencia como el hogar, la escuela y la comunidad. “El Estado tiene un rol que cumplir frente a la violencia, pero también los padres, los maestros, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos en general. Necesitamos forjar una cultura de paz, que respete y proteja a las personas y no tolere la violencia”, dijo.

En ese contexto, felicitó la iniciativa del Pacto de Ternura de World Vision, un compromiso simbólico y público, en el que los padres, madres y adultos en general se comprometen a no causar dolor ni humillación a sus hijos.