La meningitis es una enfermedad altamente contagiosa que inflama a las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Dependiendo de su origen, puede ser potencialmente grave y letal. Es causada por agentes infecciosos, como bacterias, virus y hongos.

El tipo de meningitis más temida y poco frecuente es la meningocócica, provocada por la bacteria neisseria meningitidis, que si no es tratada dentro de las 24 horas de presentar los síntomas podría provocar la muerte en el 50% de los casos. Los niños menores de 5 años cuyo sistema inmune sigue en desarrollo son quienes más la sufren. También existen otras bacterias causantes de esta enfermedad.

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En el caso de la meningitis viral el pronóstico es más alentador al ser menos severa. También es la que más casos se diagnostica. La hospitalización es necesaria para su detección y tratamiento adecuado. Los microbios que la pueden desarrollar son los virus del herpes, enterovirus, entre otros.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial se producen anualmente casi medio millón de casos de meningitis por meningococo, ocasionando la muerte prematura de unas 50 mil personas. Entre el 10% y el 20% de sobrevivientes a esta afección pueden sufrir daños cerebrales, sordera o discapacidad de aprendizaje.