Un total de 17 manifestantes y 19 policías resultaron heridos tras una protesta realizada la noche de ayer en el centro de Belgrado contra las nuevas medidas restrictivas por el COVID-19 anunciadas por el presidente conservador, Aleksandar Vucic.

La protesta, a la que acudieron miles de personas por segundo día consecutivo, comenzó con calma, pero dos horas después grupos violentos lanzaron piedras, bengalas y otros artefactos contra los agentes, y rompieron las barreras metálicas que acordonaba el Parlamento.

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La Policía, que desplegó unidades antidisturbios y vehículos blindados, intervino con gas lacrimógeno y lanzó diversas cargas para dispersar a la multitud. Los choques se prolongaron durante más de tres horas en diferentes zonas del centro de la ciudad.

El ministro del Interior, Nebojsa Stefanovic, calificó los disturbios de "pura violencia y el intento de asumir el poder sin la voluntad del pueblo". Haciendo referencia a unas declaraciones de Vucic en las que responsabilizó a "derechistas, criminales y opositores" de los disturbios, y rechazó que estuvieran relacionados con el COVID-19.

Algunos de los manifestantes y parte de la oposición critica a su presidente por haber permitido en las últimas semanas, eventos masivos con el objetivo de facilitar la victoria de su formación en las elecciones legislativas del pasado 21 de junio.

Para hoy se espera que un grupo de especialistas decida sobre las nuevas medidas para frenar la propagación del coronavirus. Las infecciones con el nuevo coronavirus están subiendo notablemente en Serbia en las últimas semanas.

El país ha registrado hasta ahora más de 17 mil contagios y más de 341 fallecidos, con una fuerte tendencia al alza, mientras que los hospitales se llenan con rapidez con nuevos casos.