Ángela Merkel y la presidenta Dilma Rousseff ponen en marcha un mecanismo de diálogo político bilateral, que eleva el nivel de sus relaciones de sus países al de “socios preferentes”, en una breve visita de la canciller alemana a Brasilia.

Que Merkel llegara a Brasil acompañada por 6 ministros y 5 secretarios de Estado revela, en opinión de fuentes oficiales, la importancia que le ha dado a su visita.

Rousseff recibió a la alemana con una cena privada en el Palacio de la Alvorada, en la que también estuvieron presentes unos veinte ministros del Gobierno brasileño. Se trata del primer contacto entre los altos funcionarios de ambos gobiernos.

Las conversaciones proseguirán mañana. Rousseff recibirá a Merkel con honores de Estado en el Palacio presidencial de Planalto, donde mantendrán una reunión privada a la que después se sumarán los ministros.

Ambos países firmarán varios acuerdos de intención para una mayor cooperación en áreas de economía e inversiones, ciencia y tecnología, energías renovables, educación, medioambiente, investigación marítima y puertos, entre otras.

Se prevé que cierren proyectos medioambientales por unos 551 millones de euros, de los cuales el núcleo principal corresponderá a las energías renovables.

Además, Alemania espera que Brasil de garantías de protección jurídica para las 1.400 empresas germanas que trabajan en el país, de las que dependen un cuarto de millón de puestos de trabajo.

Se espera, también, que fijen un nuevo mecanismo de diálogo político para que ocurran visitas bilaterales bianuales, a fin de lograr un comercio e inversiones más dinámicas.