Más de un millón de personas marcharon contra el Gobierno en Chile
Este viernes, las protestas en Chile contra la desigualdad social alcanzaron un nivel que ha pasado a la historia tras reunir alrededor de 1,2 millones de personas en una manifestación en las calles de Santiago para reclamar la salida del presidente Sebastián Piñera y reivindicar hondas reformas sociales.
El punto de acopio fue en la Plaza Italia, punto neurálgico de esta ola de protestas que abarca a todo el país. Esta marcha se recuerda en la historia democrática de Chile comparándose a las movilizaciones de 1988 contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
[Lee también: Chile: Cancillería reporta tres peruanos fallecidos durante protestas]
La gran plaza de la capital chilena quedó pequeña para todos los manifestantes que estaban convocados para las 17.00 hora local (20.00 GMT), ya no había espacio para nadie más, el resto de personas se quedó en las avenidas aledañas sin poder ingresar.
Uno de los momentos más fervientes de la movilización fue cuando se desplegó una bandera nacional gigante con el ya extendido lema "Chile despertó", mientras desde uno de los edificios de la plaza se leía otro enorme cartel que decía "Por la dignidad de nuestro pueblo, a la calle sin miedo".
Por parte del presidente Piñera, desde el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno chileno, realizó un seguimiento de los acontecimientos y en Twitter hizo caso omiso a quienes le piden su dimisión.
"Los chilenos piden un Chile más justo y solidario y la marcha abre grandes caminos de futuro y esperanza. Todos hemos escuchado el mensaje. Todos hemos cambiado. Con unidad y ayuda de Dios, recorreremos el camino a ese Chile mejor para todos", escribió.
Como se recuerda, solo seis días antes de que las protestas estallaran, el presidente de Chile declaró que su país era un “oasis” de tranquilidad.
No solo ahora hay reclamos por mejores salarios y pensiones y precios más justos para la luz, el gas, la educación universitaria y los servicios de salud, ahora se suma la indignación contra el Gobierno por la represión y excesos presuntamente cometidos por las fuerzas del orden contra la población en los días anteriores.
La marcha se tornaba pacífica, pero a las dos horas aproximadamente, los antidisturbios comenzaron a actuar con el lanzamiento de gases lacrimógenos a la gente, lo que llevó a dispersar rápidamente la manifestación y la mayoría de los participantes puso rumbo a su casa antes de que se iniciase la octava noche de toque de queda en la capital.
Hasta el momento las masivas manifestaciones ha dejado un saldo de al menos 19 muertos, de ellos seis extranjeros en donde hay 3 peruanos y cinco fallecimientos ocurrieron presuntamente a manos de agentes del Estado; los heridos no son menos de 600 y los detenidos superan los 6.000, según la Fiscalía.