Estados Unidos admite que ataque en Kabul mató a 10 civiles, la mayoría niños
Un general de alto rango admitió que Estados Unidos había cometido un "error" al lanzar un ataque con drones contra presuntos miembros del grupo Estado Islámico (EI) en Kabul, matando en su lugar a 10 civiles, incluidos niños, durante los frenéticos últimos días de la retirada estadounidense de Afganistán el mes pasado.
El ataque, un cierre macabro de los 20 años de guerra de Estados Unidos en Afganistán, tenía como objetivo una presunta operación del EI contra el aeropuerto de Kabul de la que la inteligencia estadounidense tenía una "certeza razonable", dijo el jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie.
"El ataque fue un trágico error", dijo McKenzie a periodistas tras una investigación.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ofreció sus "disculpas" a los familiares de las víctimas del ataque.
"Ofrezco mis más profundas condolencias a los familiares supervivientes de los que murieron", dijo Austin en un comunicado. "Pedimos disculpas y nos esforzaremos por aprender de este horrible error".
McKenzie dijo que el gobierno estaba estudiando la forma de indemnizar a las familias de los fallecidos.
- Un Toyota blanco -
El general dijo que el 29 de agosto las fuerzas estadounidenses habían rastreado un Toyota blanco durante ocho horas tras verlo en un lugar de Kabul donde los servicios de inteligencia creían que EI preparaba ataques contra el aeropuerto.
"Seleccionamos este coche basándonos en su movimiento en una zona conocida de interés para nosotros", dijo McKenzie. "Está claro que nuestra inteligencia se equivocó con este Toyota blanco en particular".
El ataque con drones mató a 10 personas, entre ellas siete niños, según McKenzie, ninguno de los cuales estaba finalmente vinculado al EI.
McKenzie describió la operación como un "bombardeo en defensa propia" en medio de la preocupación por un ataque al aeropuerto en los últimos días de la caótica evacuación.
El 26 de agosto, un terrorista suicida del EI había matado a decenas de personas en el aeropuerto, incluidos 13 miembros del servicio estadounidense.
Enormes multitudes estaban allí clamando por entrar y subir a bordo de uno de los últimos vuelos de evacuación del país.
"Había más de 60 vectores de amenaza claros con los que estábamos tratando en ese momento", dijo McKenzie.
Las autoridades estadounidenses creían que el coche había sido cargado con explosivos. El diario The New York Times informó que, en su lugar, estaba lleno de recipientes de agua. McKenzie dijo que no se había visto a ningún civil en la zona en el momento en que se autorizó el ataque.
AFP