En Bolivia, nuevas jornadas de protestas contra la reelección presidencial de Evo Morales en La Paz y otras ciudades terminaron en disturbios. Agentes antimotines se desplegaron para frenar posibles enfrentamientos entre opositores y grupos leales al mandatario que también han salido a las calles.

La oposición, que denuncia fraude electoral desde el 20 de octubre, se niega a avalar una auditoría iniciada el jueves por la Organización de Estados Americanos (OEA), debido a que la consideran una “maniobra de distracción para mantener a Evo Morales en el poder”. En respuesta a ello, el jefe de Estado retó a Carlos Mesa a entregar a la OEA las pruebas del supuesto fraude electoral.

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Recientemente, Neotec, la empresa que brindó el software para los comicios, aseguró que la orden de frenar la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) vino del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Según el gerente general de Neotec, Marcel Guzmán de Rojas, a dicha disposición la precedió un abrupto corte del servicio de Internet. “Eso lo ordenaron los vocales del Tribunal Supremo Electoral. Me dicen que el TREP se suspenderá, telefónicamente. Yo vi el corte de Internet, nuestros operadores ya no pudieron seguir verificando”, indicó.

El vandalismo tomó las calles de diversas ciudades al día siguiente de los comicios generales. Desde entonces se contabilizan dos fallecidos y 140 heridos, según la Defensoría del Pueblo del país altiplánico.