La justicia de Estados Unidos anunció hoy la imputación de 9 directivos y 5 empleados de la FIFA, por conspiración y corrupción. Entre los acusados están el vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, el uruguayo Eugenio Figueredo, el brasileño José María Marín, el costarricense Eduardo Li, el venezolano Rafael Esquivel y el nicaragüense Julio Rocha.

La investigación "se extiende por lo menos a lo largo de dos generaciones de directivos del fútbol, sospechosos de haber abusado de sus posiciones para hacerse con millones de dólares en sobornos y retrocomisiones", indicó en un comunicado la secretaria de Justicia, Loretta Lynch.

El anuncio ocurre después de que las autoridades suizas detuvieran a 7 directivos del mundo del fútbol en un hotel de Zúrich, poco antes del congreso anual de la FIFA.

Entre los detenidos están Figueredo, Marín, Li, Esquivel y Rocha junto al trinitario Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y actual presidente de la Concacaf, y su adjunto, Costa Takkas, de Islas Caimán.

En el caso también está implicado el paraguayo Nicolás Leoz, quien presidió la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) hasta el 2013. También se involucró a Alejandro Burzaco, de la empresa Torneos y Competencias, y Aaron Davidson, presidente de la compañía Traffic Sports USA; así como a Hugo y Mariano Jinkis, directivos de Full Play Group.

Las acusaciones contra los imputados se relacionan con casos de corrupción en el curso de las dos últimas décadas y que tendrían que ver con las atribuciones de sedes para los mundiales, los derechos de mercadeo y televisión, por los cuales incurrieron en delitos de fraude, estafa y lavado de dinero.