El expresidente ejecutivo de DEVIDA, Rubén Vargas, confesó sentir indignación por el ataque a la comisión nacional de lucha contra las drogas por parte del ministro del Interior, Luis Barranzuela, quien dejó entrever que sería un foco de corrupción.

“Siento indignación por lo que ha hecho, por lo que ha atacado de manera tan alevosa a una institución como DEVIDA que es la entidad rectora de la lucha contra las drogas. Indignación por un ataque sin sentido desde su posición de ministro”, manifestó.

A pesar de la enorme responsabilidad que tiene el sector Interior y el ministro de poner en práctica y ejecutar varios ejes de la política nacional de lucha contra las drogas, se muestra en sentido contrario a los objetivos e intereses de esa política nacional, añadió.

Refirió que Barranzuela utiliza para fines políticos a los campesinos cocaleros. Al mismo tiempo cuestionó la opinión que vierte el ministro sobre la erradicación de la hoja de coca “sabiendo que es coca sedentaria y que termina en el mercado negro de la cocaína”.

“Estamos frente a un personaje que creo se ha equivocado de función y de responsabilidad”, comentó.

En ese sentido, el especialista lamentó que el presidente Pedro Castillo lo haya elegido para encabezar el sector del Interior. “Y, por supuesto, lamentar que una persona con ese perfil, además de sus pergaminos personales haya sido seleccionado por el presidente para un cargo de enorme responsabilidad”, apuntó.

“Si querían saber sus antecedentes personales se revolvía con una llamada al director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI) y seguramente que le habrían explicado las sanciones y la situación en que se encuentra. Nos hubiésemos ahorrado semejante situación”, sentenció.

De otro lado, informó que respecto a la lucha contra las drogas y a la expansión de cultivos ilícitos de la hoja de coca “estamos en una situación absolutamente crítica”. Explicó que en el 2020 y 2021 se suspendió la erradicación a causa de la pandemia del COVID-19.

Un poco más de 1 000 hectáreas se han erradicado en lo que va del 2021, considerando que la meta es erradicar 50 000 hectáreas, pero que no se va a cumplir. Dijo que representará para el 2022 y 2023 la expansión de cultivos de hoja de coca articuladas con el negocio de la cocaína, con facilidad, en 100 000 hectáreas cultivadas.