El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas Arenas, afirmó que la desinformación es un problema muy serio en todos los países de América Latina y que las acusaciones de fraude se han convertido en una constante en los procesos electorales de esta región. 

Señaló que se está repitiendo el mal ejemplo visto hace algunos años en las elecciones de Estados Unidos y, entonces, personas inescrupulosas divulgan informaciones sin sustento que luego son acogidas por los ciudadanos, generando protestas por un supuesto fraude electoral que nunca existió. 

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El magistrado refirió que en el caso del Perú ese es el contexto en el que se va a afrontar las Elecciones Regionales y Municipales 2022 (ERM 2022). “La realidad es tan compleja y tan problemática en nuestro país, en el que se supone que hemos concluido un proceso electoral (Elecciones Generales), pero cuyas páginas no se pueden cerrar aún por las incorrectas imputaciones de fraude”, enfatizó. 

Manifestó que existe una campaña malintencionada orientada a deslegitimar la labor de los organismos electorales, autónomos y constitucionalmente establecidos, que son los llamados a viabilizar un recambio democrático razonable. Agregó que tarde o temprano se va a imponer el peso de la razón y la verdad. 

Salas Arenas expresó que al margen de los diversos problemas que agobian al país, el JNE está empeñado en llevar a cabo una labor transparente y limpia, al igual que los demás organismos del sistema electoral. 

Estas palabras las formuló al inaugurar la conferencia “Ética e integridad”, que organizó la Escuela Electoral y de Gobernabilidad (ESEG) como parte de las actividades de celebración por el 91° aniversario de la institución electoral. 

Al respecto, dijo que este tipo de charlas tienen por objetivo reforzar la valoración ética e integral, a fin de mejorar la calidad personal de cada uno de los colaboradores del JNE y también la calidad institucional. 

El expositor fue Maxwell Cameron, director del Centro para el Estudio de Instituciones Democráticas de University of British Columbia (Canadá), quien señaló que la política es una labor ética, por cuanto tiene que estar orientada al bien común y a legislar para todos. 

Asimismo, refirió que la ética en la función pública es la ciencia del buen comportamiento en el servicio a la ciudadanía, y, por tanto, es un factor vital para la creación y el mantenimiento de la confianza en el gobierno.

Con información del JNE.