El politólogo Fernando Tuesta Soldevilla advirtió que, dadas las cosas, acrecentada la crisis en el sur del país, podría presentarse la misma figura de otros lares donde se tomaron instituciones democráticas o que no se quiso reconocer el resultado final de una elección con un contexto muy polarizado.

“Esto de desconocer un resultado de elecciones en Estados Unidos era impensado, era de Hollywood, pero se hizo realidad. Los mismos norteamericanos no logran solucionar en un contexto también muy polarizado. Hemos visto el ataque a las instituciones democráticas en Brasil. Eso podría suceder acá tranquilamente”, señaló.

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Es sumamente peligroso, acotó. Por lo tanto, se requiere de voces exactas, de políticos maduros, se requiere políticos que permitan ofrecer un norte, acallar o disminuir la sintonía de los extremos, pero eso lamentablemente no está sucediendo, sentenció.

Indicó que esto no es solo en nuestro país. Que es un fenómeno global. “Pero ha traído consecuencias muy terribles de daño al sistema democrático”, agregó.

Asimismo, comentó que vemos desde hace un tiempo extremismos de derecha y de izquierda. Y que se puede expresar a través de un golpe, niveles de subversión, mayores niveles de violencia que fortalecen a sus traductores políticos, expresó.

“Se debilitaron los sectores más moderados, los sectores más reformistas han acrecentado su voz y sus acciones han sido mucho más claras y contundentes, tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda”, apuntó.

De otro lado, sostuvo en su más reciente columna de opinión que el descontento y las acciones implícitas deben canalizarse desde un tránsito ordenado y constitucional. “Se explica que en situaciones límite como las de ahora hay dos posibilidades: el desborde total, y que puede llevar a situaciones impredecibles que nadie quiere”, apuntó.  

“Pero, por otro lado, fortalecidos los extremismos y que terminan, el Perú tiene historia en esto, en gobiernos autoritarios, medidas represivas que crecen, una mayor división del país”, manifestó.

Entonces, insistió el especialista, las elecciones siempre constituyen un camino de institucionalización del conflicto, le da curso, y es la competencia por la legitimidad de las elecciones. 

“Es más, por ejemplo, nuestro sistema político que tiene toda una batería de herramientas de los parlamentarismos no entiende que cuando hay crisis de esta naturaleza, se adelantan a las elecciones. Es como si formara parte del diseño”, dijo.

Es así, explicó Tuesta, que se convoca a elecciones para que el pueblo, convertido en el elector, genere una nueva representación. “Ahora, vistas las cosas, en nuestro país por las circunstancias iríamos a una elección no en las mejores condiciones y con representación de reglas no reformadas”, concluyó.