La directora nacional de Comunicaciones e Incidencias de Save The Children, Evelyn Buenaño, dijo que es importante que en el marco de lo que plantea la Asamblea de la OEA, con sede en Lima actualmente, “pusiéramos las voces de los niños y niñas sobre la mesa” ahora que enfrentan a una sociedad que permanentemente les afecta con actos discriminatorios.

“¿Por qué hablar de este tema con niños y niñas? Porque es muy difícil para un infante afrontar a una sociedad que está constantemente discriminándole. Le reproduce prácticas discriminatorias, racistas, xenófobas, sin resultar un espacio de acogida”, señaló.

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Explicó que Save The Children “es una organización mundial que trabaja por los derechos de la infancia y no es la primera vez que tenemos necesidad de levantar dos dimensiones tan estructurales como la xenofobia y el racismo”.

Porque, aunque sintamos que en el país es nuevo empezar a hablar de xenofobia, en realidad, es algo que ha afectado a miles de niños y niñas en el mundo por muchísimos años, replicó la representante de la organización no gubernamental internacional.

Sostuvo que lo mismo ocurre con el racismo y la discriminación. Se entrecruzan porque no es lo mismo la migración cuando está asociada a grupos en situación de vulnerabilidad o pobreza, comentó. Es percibida por las sociedades de una manera diferente que cuando hablamos de migración de personas que tienen acceso económico, agregó.

“Entonces, existe una dimensión a tener en cuenta porque hay allí una dimensión asociada a la aporofobia (rechazo al pobre), al desprecio a la pobreza por la situación de vulnerabilidad de otros”, puntualizó.

Hay elementos que hay que tener en cuenta -insistió Buenaño-: América Latina tiene presencia de población indígena y afrodescendiente sumamente relevante. Mucha de la población migrante que hemos encontrado también representa población afrodescendiente -concluyó-.