A vísperas del proceso electoral municipal y regional, las miradas y apuntes sobre la idoneidad de los candidatos y del debate político del domingo pasado, sobresalen con marcado espíritu crítico y una implícita orientación para el votante.

De sesta manera, Santiago Mariani, profesor de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad del Pacífico, calificó aquel debate “carente de ideas, sin sustancia, sin densidad política en el que los ataques personales parecieran ser que están a la orden del día, antes que las opciones programáticas y la visión de la ciudad de Lima que nos pueden dejar los candidatos a gobernarla”.

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Dijo que en lugar de ideas hubo una escalada de deslindes respecto a temas personales y no a los anhelados programáticos. “Vi una gran capacidad para hacer deslindes para no responder cuestiones centrales que la ciudadanía merece tener respuesta sobre ciertas cuestiones. Pero esto de nuevo se entronca en un sistema político que no tiene parangón hoy en día en el mundo en su debilidad partidaria”, remarcó.

Y agregó: “Miremos a la región. Po ejemplo: qué otro país tiene la debilidad estructural de los del sistema de partidos como el Perú. Probablemente, Guatemala. Es decir, el Perú está atravesando desde hace algunos años una paradoja que es que, en el lado de los logros, podríamos decir que ha conseguido una cierta estabilidad macroeconómica, pero esa estabilidad macroeconómica no ha venido acompañada de un correlato de desarrollo político”.

Es decir, -prosiguió el docente- el Perú es un país subdesarrollado políticamente. Y eso le pasa una factura muy grande a la ciudadanía porque no existe proceso político, social y económico en el mundo, que haya logrado altos niveles de desarrollo sin un desarrollo político institucional fuerte, enfatizó Mariani.

De otro lado, también analizó la campaña electoral en Lima. Afirmó que entusiasma poco a la ciudadanía. Que seguimos viendo los limeños informes que reafirman que los políticos no representan a la ciudadanía.

“Está en el estudio del IEP (Instituto de Estudios Peruanos, centro de investigación en Ciencias Sociales). Los políticos tienen un cierto crecimiento en el pico electoral, pero rápidamente la ciudadanía queda huérfana de representación real. Estamos, entonces, en esta suerte de sistema político que está vacío de representaciones y eso es enormemente preocupante porque, el Perú cuando se independizó, decidió embarcarse hacia un sistema republicano”, comentó.

Y eso supone la construcción de instituciones de un orden político que tenga una legitimidad -insistió-; es decir, que el ciudadano o la ciudadana, sienta que, con su decisión, por lo menos en el momento más importante que es la decisión electoral, le está transfiriendo a un representante, la posibilidad de que traduzca de alguna manera en la acción de gobierno sus anhelos, sus sueños, -concluyó-.