Madres del programa Warmi Ñam fortalecen la lucha contra la violencia de género
Combaten la violencia desde la primera línea en comunidades rurales y urbanas. Foto: difusión.
Con un firme compromiso social, numerosas madres profesionales y voluntarias del Programa Nacional Warmi Ñan, del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), continúan su labor de prevención y atención frente a la violencia hacia las mujeres e integrantes del grupo familiar. Esta labor no se detiene, ni siquiera en fechas conmemorativas como el Día de la Madre.
En distintos puntos del país, estas mujeres comparten su vocación de servicio con la maternidad. Es el caso de Marilee Benito Gil, trabajadora social del Centro Emergencia Mujer (CEM) ubicado en la comisaría de Jauja.
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Ella lleva ocho años desempeñando su labor incluso durante feriados y fines de semana. Madre de dos menores de 9 y 12 años, destaca la importancia del apoyo familiar en su rutina diaria.
“Mi madre y mi hermana son mi soporte diario. Estoy convencida de que al brindar atención contribuyo a que más mujeres reconozcan sus derechos, vivan en entornos seguros y fortalezcan sus redes de apoyo para lograr autonomía económica”, expresa.
LLEGAN A COMUNIDADES DE DIFÍCIL ACCESO
Durante las celebraciones por el Día de la Madre, Marilee y su equipo recorren caminos largos y complicados para llegar a localidades remotas como Monobamba y Rondayacu, a más de tres horas de Jauja. Allí, ofrecen orientación y asistencia a mujeres que enfrentan situaciones de violencia. “Sabemos que cuando una mujer supera la violencia, también lo hace su familia y su entorno”, señala.
En la región Cusco, Rocío Yanille Yapaza Yapaza, abogada del Servicio de Atención Rural (SAR) de Livitaca, brinda acompañamiento legal a niñas, niños, adolescentes y mujeres en 15 comunidades nativas. Además de su rol profesional, cuida a su hijo de 8 años.
“Mi propósito de vida es cuidar a mi hijo de 8 años y, al mismo tiempo, contribuir al acceso a la justicia para quienes más lo necesitan”, comenta. Rocío también resalta el apoyo de su pareja en la crianza, a quien considera corresponsable en esta tarea.
Son profesionales voluntarias que brindan asistencia a mujeres víctimas en zonas urbanas y rurales. Foto: difusión.
APOYO EN LENGUAS ORIGINARIAS EN EL SUR ANDINO
En Juliaca, región Puno, Ana Calizaya Quispe cumple funciones como mentora voluntaria del programa "Mujeres acompañando mujeres". Ella se comunica en quechua y aimara con las madres que acompaña, fomentando el rechazo a todo tipo de violencia y promoviendo la autonomía económica mediante el emprendimiento.
“Mi motivación es generar un cambio en cada mujer que acompaño. Siempre las aconsejo que deben emprende para buscar su autonomía económica”, afirma.
TRABAJO COMPROMETIDO DESDE LA COSTA, SIERRA Y SELVA
El Programa Nacional Warmi Ñan articula sus esfuerzos desde las tres regiones del país, llevando sus servicios a mujeres que necesitan apoyo, asesoría legal y acompañamiento. Las madres que integran esta red, ya sea como profesionales o voluntarias, forman parte clave en la promoción de los derechos de las mujeres a vivir libres de violencia.
Es importante destacar que, este domingo 11 de mayo, Día de la Madre, los servicios del programa funcionarán con normalidad. Ante cualquier situación de violencia de género, la población puede comunicarse a la Línea 100, acercarse al Centro Emergencia Mujer (CEM) más próximo o utilizar la aplicación Yanapp para encontrar su ubicación.
El Ministerio de la Mujer destaca el trabajo de madres que brindan apoyo a víctimas en todo el país. Foto: difusión.
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