El experto en temas de hidrocarburo, Aurelio Ochoa, explicó que el salvavidas aprobado por el gobierno para Petroperú por 4,000 millones de soles “es una situación de emergencia. Diría que el Estado estaba en la obligación de atender porque de lo contrario hubiera sido manifiesto un desabastecimiento de combustibles a nivel nacional”.

Lo que debería explicarse es que, por seguridad energética, yo diría que hasta por seguridad nacional, debió intervenir antes el Estado porque en este caso recordemos que Petroperú tiene en Talara una refinería nueva pero que aún no funciona, añadió.

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Esta refinería debería operar en enero, explicó. Mientras tanto, lo que está haciendo Petroperú es importar combustibles y comercializarlo porque tiene casi el 40 % del mercado. Significa que llega donde no lo hacen las empresas privadas, indicó.

“Es una obligación por parte del Estado asistir con la distribución y comercio de los combustibles para que el país siga funcionando”, opinó.         

Asimismo, detalló que Petroperú ha visto disminuida su categoría en cuanto a líneas de crédito. Los bancos nacionales y extranjeros no lo consideran sujeto de crédito por una deuda grande de más de 4,300 millones de dólares por la refinería de Talara.

“Por esta razón es que no puede adquirir combustibles para distribuir en todo el país. A causa de esta situación recurre al Estado explicando el riesgo inminente de distribución nacional de los combustibles y que es necesario inyectar capital”, sentenció.

De otro lado, Ochoa se refirió al beneficio que se espera de la refinería de Talara. Ilustró que Petroperú capitalizará en enero próximo gracias al margen de refinación.

“Hoy en día este margen está aproximadamente entre 40/50 dólares por barril de petróleo. Este margen se lo llevan, hoy, las empresas a las que Petroperú compra combustible. Cuando opere la refinería talareña Petroperú capitalizará”, señaló.