Tras presidir la ceremonia donde se declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a la obra musical de Felipe Pinglo, el ministro de Cultura, Jorge Nieto, destacó que sus canciones siguen vigentes porque recuerdan que la desigualdad social aún perdura en el país.

“En su obra hay una profunda crítica porque se refiere a las distancias, a las diferencias, en esa época oligárquica, donde la república aristocrática tuvo cambios enormes en su proceso de desarrollo como sociedad”, mencionó el ministro al recordar parte de la letra de “El Plebeyo” en una emotiva ceremonia desarrollada en el Hall de la sede principal del sector.

Nieto entregó a Julio Pizarro Flores, quien ha sido 6 veces presidente del Centro Social Musical Felipe Pinglo, además de un incansable defensor y promotor de la revaloración del legado musical de Pinglo Alva, la resolución que declara a la obra musical como Patrimonio Cultural de la Nación.

Participaron del acto protocolar Celeste Acosta Román (hija de Manuel Acosta Ojeda), miembro de la Junta Directiva del Centro Social Musical Felipe Pinglo Alva, además de Luis Alberto Salazar Mejía, investigador y musicólogo, de Elías Arana Zevallos, especialista de Felipe Pinglo y de Pablo Molina, investigador del Ministerio de Cultura.

Corpus Musical

El Ministerio de Cultura entregó la declaratoria de la obra musical de Felipe Pinglo como Patrimonio Cultural de la Nación, destacando de que se trata de un corpus musical que representa una gran contribución y un punto de quiebre en el desarrollo de la cultura criolla,

Pinglo nació en Lima el 18 de julio de 1899 en Barrios Altos, en Lima, donde además transcurrió su infancia. El periodo comprendido entre 1914 y 1920 fue fundamental en su vida, pues empezaba a explorar y desarrollar sus aptitudes para la música. Aprendió a tocar el rondín, la flauta y la guitarra. También se integró al medio local de fiestas y jaranas criollas, gracias a la amistad que tuvo con figuras como Nicanor Casas y Víctor Correa Márquez, compositores ahora emblemáticos de música criolla.

En 1931, Felipe Pinglo estrena su vals El Plebeyo –cuando ya había alcanzado su madurez musical- en el Teatro Alfonso XIII del Callao, interpretado por el dúo de hermanos Alcides y Giordano Carreño. También publica su valse Bouquet y se integra al Trío Continental. Es entre 1932 y 1935 que habría compuesto sus temas más logrados como El huerto de mi amada, La oración del labriego, Claro de luna, Jacobo el leñador, Sueños de opio, entre otros.

El dato

Felipe Pinglo Alva, falleció el 13 de mayo de 1936 en su casa, rodeado de su familia y amigos. Dejó una producción musical, cuya magnitud abarcaría la composición de 300 canciones; entre ellas, más de 100 son valses, lo que permite afirmar que éste género es el mejor representado en el corpus de la obra musical del artista.