En Villa El Salvador, el propietario de un chifa abatió a un delincuente que había ingresado a su negocio para asaltar. Los hechos ocurrieron en la avenida Micaela Bastidas.

Cámaras de vigilancia del local registraron el momento en el que un sujeto, que llevaba el rostro cubierto con una gorra y una mascarilla, ingresa y de inmediato amenaza al hijo del empresario, un menor de tan solo 11 años.

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Luego, hace lo mismo con la madre del pequeño, a quien obliga a arrodillarse en el suelo.

Segundos después, el dueño del restaurante, identificado como Ney Chávez Santillán, sale ante los gritos de su pareja y le dispara al hombre que fallece al instante.

Cabe precisar que no es la primera vez que este negocio es asaltado, por lo que el empresario solicitó una licencia para portar armas por defensa propia.

La Policía trasladó al dueño del chifa a la sede de la Depincri de Villa El Salvador para las investigaciones respectivas. El hombre puede permanecer en detención preliminar solo por 48 horas.

¿ACTUÓ EN DEFENSA PROPIA?

Tras conocerse la noticia de que el dueño de un chifa en Villa El Salvador abatió un delincuente que amenazó a su familia cuando intentaba asaltar su negocio, surge la duda de si el empresario actúo en legítima defensa.

En entrevista con TVPerú Noticias, la abogada penalista Romy Chang, consideró que el propietario del restaurante actúo con racionalidad: “El empresario pensaba que tenía un arma y de hecho amenazó de muerte a la familia. Entonces, se puede considerar como un uso racional”, indicó.

La especialista remarcó que, de todos modos, es el fiscal de turno quien debe pronunciarse sobre si hubo o no legítima defensa o si corresponde una investigación por homicidio.

Romy Chang agregó que, si el dueño del chifa no contaba con licencia para portar armas, esta infracción no agravaría su situación legal, sino que deberían ser abordados por separado.

Recordó que la pena por el delito de homicidio puede alcanzar los 20 años de privación de la libertad, mientras que la tenencia no autorizada de armas no siempre se sanciona con una condena efectiva.