Fumar cigarrillo no alivia la ansiedad ni el estrés sino los agrava
El consumo de cigarrillo no calma ningún problema emocional ni tampoco las tensiones, sino por el contrario genera dependencia y destruye el cerebro, advierte el Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi".
Agrega que la mayoría de fumadores se vuelven adictos por buscar un “buen” estado de ánimo, cuando en realidad es un “falso” estado de calma, generado por la nicotina que al dejar de consumirla produce estrés.
También informa que la nicotina llega al cerebro y estimula los centros de placer, y así permite que el cerebro requiera de más dosis.
Por último señala que los jóvenes usualmente empiezan a sentir la tentación de fumar entre 12 y los 14 años, edad en que comenzarán a separarse de la familia y se acercan más a sus amigos. En dicha etapa son más propensos a la imitación y a rebelarse con sus padres porque están dispuestos a enfrentar más riesgos ya que comienzan a sentirse grandes.
Foto: Andina