La guerra entre Rusia y Ucrania recrudece cada vez más. Esta vez, dos personas murieron y otras tres heridas, luego de que Rusia ejecutará su mayor ataque con drones contra Ucrania, desde que se inició la invasión rusa en febrero del año pasado.

Fueron más de 54 los dispositivos kamikaze que lanzaron las fuerzas rusas contra la ciudad de Kiev. Autoridades ucranianas precisaron que el ataque nocturno se desarrolló en varias oleadas, y la alerta aérea en Ucrania duró más de 5 horas.

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Asimismo, agregaron que Rusia tenía como objetivo las instalaciones militares e infraestructuras estratégicas de la capital ucraniana.

Tras el ataque, que dejó víctimas civiles y heridos, la fuerza aérea de Ucrania informó que lograron la intercepción de la mayoría de ellos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski agradeció a los miembros de la defensa aérea de su país por su rápida reacción.

“Cada vez que derriban misiles y drones enemigos salvan vidas ¡Ustedes son nuestros héroes! Casi todos fueron derribados. Desafortunadamente, hubo ataques en la región de Zhitomir. Haremos todo lo posible para ayudar a restaurar lo dañado”, señaló el mandatario.

Se informó que los restos de los artefactos impactaron contra un edificio de siete pisos, lo que ocasionó un incendio en la tercera planta y daños en los lados. Varias viviendas aledañas también se vieron perjudicadas.

En tanto, la Unión Europea ha calificado de “bárbara” la ofensiva rusa y ratificó su compromiso de ayudar a Ucrania a defenderse.

A través de redes sociales, voceros del Servicio Europeo de Acción Exterior condenaron no solo este último ataque, sino también la arremetida contra una clínica de Dnipró realizada el viernes pasado.

Recordaron que atacar centros médicos durante un conflicto es considerado crimen de guerra.