Rusia usó por primera vez su propio Ejército para atacar a fuerzas del Estado Islámico, grupo insurgente y terrorista, que ha autoproclamado un califato, sobre parte de los territorios de Irak y Siria. Aviones rusos bombardearon puntos del territorio sirio, donde supuestamente se asentaban elementos de ISIS.

"El único modo de combatir a los terroristas es actuar con anticipación y eliminarlos en los territorios ocupados", declaró el mandatario ruso, Vladimir Putin,  en similar postura a la de la Cámara alta de la Asamblea Federal rusa, que aprobó previamente el envío de su aviación a la zona del conflicto.

El ministerio de Defensa ruso precisó que colaboraron con la Fuerza Aérea Siria en el ataque a 21 bases yihadistas. Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los bombardeos ocurrieron en las localidades de Telbise, Al Rastan y Al Zafarana.

El otro lado de la moneda   

Sobre el bombardeo ruso-sirio, la oposición política siria denunció que los ataques han sido sobre áreas donde el Estado Islámico no está presente. "Todos los objetivos alcanzados hoy por bombardeos rusos en el norte de Homs eran civiles (36)", ha dicho el líder de la oposición siria, Khaled Khoja.

El Ejército Libre Sirio, respaldado por Occidente (EEUU), dice que los aviones sirios han bombardeado sus cuarteles generales en Hama. Mientras EEUU: "No hemos visto ataques contra el grupo Estado Islámico, hemos visto ataques contra la oposición siria" a Bashar Asad.