El papa Francisco instó a México a aprovechar su cultura ancestral y el capital humano joven para construir una sociedad mejor.

En su primer mensaje público, el pontífice llamó a buscar nuevas formas de diálogo y compromiso solidario para un bien común que, advirtió, "no cuenta con buen mercado en este siglo XXI".

La principal riqueza de México son sus jóvenes. Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse y transformarse, apuntó Francisco desde el Palacio Nacional, donde fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto en su condición de jefe de Estado del Vaticano.

Francisco criticó lo que llamó la cultura del descarte, por las que se excluyen a sectores poblacionales. En tal sentido refirió flagelos como el narcotráfico, violencia, exclusión de culturas diferentes, tráfico de personas y secuestros "que causan sufrimientos". Me dispongo a recorrer el país como misionero y peregrino, oportunidad de encuentro, de comunión y de paz, subrayó.

Las causas del Papa son las causas de México, dijo a su vez el presidente Enrique Peña Nieto al darle la bienvenida oficial.

México quiere al papa Francisco por su sencillez, por su bondad, por su calidez, acoto el mandatario. Peña Nieto coincidió en la necesidad de construir un mundo más justo. El individualismo, el consumismo y la ambición de tener más atenta contra la solidaridad humana y el ciudado del planeta, señaló.

A su salida del Palacio Nacional, Francisco recorrió en el papamóvil el histórico Zócalo de esta capital, en un nuevo baño de pueblo. Allí, en la Plaza de la Constitución, recibirá las Llaves de la Ciudad de manos de Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno del Distrito Federal.