El papa Francisco visitó a más de 4000 reclusos de “Palmasola”, la cárcel más grande y violenta de Bolivia. En este lugar, el Centro de Rehabilitación Santa Cruz, expresó: "El que está ante ustedes es un hombre perdonado, que fue y es salvado de sus muchos pecados (…) No tengo más para darles y ofrecerles que Jesucristo".

En Santa Cruz, el pontífice escuchó testimonios de hombres privados de su libertad y luego se dirigió a ellos. "Ayúdense entre ustedes, no tengan miedo a ayudarse entre ustedes. El demonio busca la rivalidad, ¡no le hagan el juego!", dijo.

"Reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad", planteó, como forma de alentarlos en su rehabilitación.

"Si en algún momento estamos tristes, mal, bajoneados, los invito a mirar el rostro de Jesús crucificado", agregó.

Francisco cumplí así su penúltima actividad en Bolivia. Tras reunirse con obispos de la Conferencia Episcopal, el papa viajará a Asunción, Paraguay, para concluir su gira por Sudamerica.