Gabriel Boric, presidente de Chile, encabeza la ceremonia por la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado que derrocó el gobierno de Salvador Allende, el 11 de setiembre de 1973, una fecha que aún divide a los chilenos.

En su discurso Gabriel Boric afirmó que siempre va haber otra alternativa que implique más democracia, no menos. Fue en la ceremonia realizada en el Palacio de Moneda donde agradeció a los exmandatarios chilenos Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, que estuvieron dispuestos a firmar el “Compromiso De Santiago” que busca relevar la democracia.

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“Nos rebelamos cuando nos dicen que no había otra alternativa. ¡Por supuesto que había otra alternativa! Siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia, no menos”, afirmó.

En la ceremonia se hizo un alto para recordar el momento exacto que comenzó el bombardeo al Palacio de la Moneda. A las 11:52 de la mañana se rindió un minuto de silencio por las víctimas del golpe de Estado.

Entre las presentes estaban Isabel Allende y Maya Fernández, hija y nieta, respectivamente, de Salvador Allende.

Isabel narró los últimos momentos de su padre en un emotivo discurso.

“Ha sido triste y doloroso, me tocó ser la última persona del entorno de mi padre que entrara al palacio ese día. Junto a otras personas teníamos un mandato que contar de la Unidad Popular y la barbarie que pensaba imponerse”, dijo.

Criticó también a quienes buscan culpar a su padre por el golpe de Estado.

“Nunca más un golpe de Estado debiera ser el consenso de todas nuestras fuerzas políticas y democráticas”, afirmó.

50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO: PRESENCIA DE PRESIDENTES DE LA REGIÓN

El golpe de Estado inició una dictadura con Augusto Pinochet a la cabeza que duró 17 años. Durante ese tiempo hubo más de 40 000 víctimas.

Durante la ceremonia, la presentación de los familiares de detenidos desaparecidos conmovió a los presentes cuando interpretaron y bailaron la cueca sola recordando a las mujeres de las víctimas que bailaban mientras buscaban a sus familiares.

Al principal evento organizado por el gobierno de Chile asistieron los presidentes Andrés López Obrador de México, Luis Arce de Bolivia, Gustavo Petro de Colombia, Luis Lacalle Pou de Uruguay.

También asistieron expresidentes como el uruguayo José Mujica, el colombiano Juan Manuel Santos, el exjefe de gobierno español Felipe González y la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Otro de los invitados especiales fue Baltasar Garzón Real, juez español que ordenó en 1998 el arresto del dictador Augusto Pinochet, quien permanecía en Londres, por crímenes cometidos en Chile. El entonces senador vitalicio permaneció detenido año y medio en Londres hasta que el canciller Jack Straw decidió no autorizar su extradición por motivos de salud. Sin embargo, fue el inicio para que en Chile el juez Juan Guzmán Tapia, lo acusó de diferentes crímenes.

50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO: LA DERECHA ACUSA A ALLENDE

Al mismo tiempo que se realizaba esta ceremonia, el Partido Unión Demócrata Independiente (UDI) emitió una declaración en la que acusan a Salvador Allende por el golpe de Estado.

“Entre 1970 y 1973 sobrevino un quiebre social, político e institucional respecto del cual el 11 de septiembre se transformó en algo inevitable”, se afirma en el documento.

El partido de derecha y de oposición condenó las violaciones a los derechos humanos.

“Los acontecimientos del 11 de setiembre de 1973 marcaron y seguirán marcando de manera decisiva la historia de Chile. Ello exige una profunda y permanente reflexión en torno a sus causas, su significado y sus consecuencias políticas para Chile”, se lee en la declaración.

El domingo organizaciones civiles y familiares de víctimas la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) realizaron una manifestación pacífica que se vio empañada por un grupo de encapuchados que vandalizaron los exteriores del palacio presidencial de La Moneda y mausoleos en el principal cementerio de Santiago.

Por la noche, unas 6 000 mujeres vestidas de negro, portando una vela y al ritmo de tambores rodearon el palacio presidencial bajo el lema "Nunca más la democracia bombardeada", en referencia al ataque aéreo que se lanzó contra La Moneda el 11 de setiembre de 1973.