El bombero, Harold Baker, salió presuroso a un llamado de emergencia por un incendio en una vivienda. Cuando llegó al lugar de los hechos, cayó en cuenta de que el fuego estaba consumiendo la vivienda que habitaban varios de los miembros de su familia, entre ellos dos hijos y tres nietos.

“Los bomberos intentaron valientes esfuerzos para entrar a la casa por la parte trasera, pero fueron rechazados por las llamas y el calor”, dijo el teniente de la Policía estatal de Pensilvania, Derek Felsman.

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Efectivos reportaron que la casa quedó “completamente destruida” por las llamaradas de fuego. Finalmente, se reportó que el incendio dejó 10 fallecidos.

El bombero de Nescopeck Volunteer Fire Co. Harold Baker declaró a medios locales que él fue uno de los primeros en atender la emergencia y que rápidamente notó la gravedad de lo que estaba sucediendo.

“Perdí a mi hijo, mi hija, mi nieto, otros dos nietos allí, mi suegro, mi cuñado y mi cuñada. Todos perdidos”, dijo. “No pude entrar a salvarlos. Eso es lo más grande que me ha pasado. No pude entrar allí para salvarlos”, aseguró a los medios de comunicación.

“Los niños que estaban allí y mis dos hijos estaban visitando a su tía y tío”, indicó Baker. “Eran los dueños de la casa. Estaban allí visitando y metiéndose en la piscina y todo eso”, refirió.

Las autoridades están investigando las causas del incendio que acabó con la vida de muchas personas.

El fiscal del distrito del condado de Luzerne, Sam Sanguedolce, indicó que “si los jefes de bomberos determinan que fue intencional, comenzaríamos una investigación criminal por incendio provocado”.