Un fuerte terremoto de magnitud 6,1 dejó este miércoles al menos 1 000 muertos y 1 500 heridos en Afganistán, informaron las autoridades locales. El movimiento telúrico se produjo a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, en el sureste del citado país.

El sismo se produjo a 10 kilómetros de profundidad y fue seguido de un temblor de 4,5 grados que sacudió la misma ciudad del epicentro y se teme que el balance de víctimas aumente en las próximas horas.

[Lee también: Vladimir Putin se dice “orgulloso” de la acción del ejército ruso en Ucrania]

"Lamentablemente, un fuerte terremoto sacudió cuatro distritos de la provincia de Paktika, matando e hiriendo a cientos de nuestros compatriotas y destruyendo decenas de casas", escribió en su cuenta de Twitter Bilal Karimi, portavoz adjunto del Gobierno talibán. "Instamos a todos los organismos de ayuda a que envíen equipos a la zona inmediatamente para evitar una mayor catástrofe", agregó. 

A su vez, el director general de la agencia de noticias local Bakhtar, Abdul Wahid Rayan, comunicó que los helicópteros de las fuerzas de seguridad han llegado a la zona para sacar a la gente de los escombros.

La ayuda internacional no se ha hecho esperar. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha ordenado a las agencias humanitarias de su país que evalúen opciones para ayudar a los damnificados del terremoto en Afganistán.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, informó en un comunicado de que Biden está siguiendo los acontecimientos en Afganistán y que ha solicitado a la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid) y a otros organismos federales que examinen las opciones de respuesta para asistir a los afectados por el seísmo.

Numerosas organizaciones humanitarias ya trabajan sobre el terreno en coordinación con las autoridades talibanes para rescatar a los supervivientes de la catástrofe, según informó en un comunicado la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).