Se pronunció. Paolo Guerrero publicó este sábado 17 de febrero un comunicado en donde rechazó la situación de inseguridad que vive la población de Trujillo (La Libertad), ciudad en donde iba a jugar con el Club Deportivo Universidad César Vallejo (UCV) tras firmar un contrato a inicios de mes. 

"Quiero dirigirme a la población de Trujillo y en general a los peruanos víctimas de la inseguridad. A quienes han perdido padres, hijos, hermanos, amigos. A quienes deben dejar parte de su trabajo o su patrimonio en manos de la delincuencia. A todos ellos mi saludo y solidaridad", inicia el texto.

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El delantero nacional reiteró su postura de no jugar el equipo trujillano debido a las amenazas de extorsión que viene recibiendo su familia. Recordó que, en 2019, perdió a uno de sus sobrinos precisamente por la inseguridad ciudadana. 

"Esta situación no ha sido fácil de manejar, pues continuar con tu vida normal mientras la procesión va por dentro, no es sencillo ni agradable. Mucho menos, si continuaban las amenazas sobre los más cercanos: tus padres, tus hijos, tu familia; y menos para una familia como la mía, que hace poco tiempo, marzo de 2019, perdió a un hijo, nieto, sobrino a manos de los delincuentes, dolor que llevamos marcado en nuestros corazones", añadió. 

El 'Depredador' enfatizó que recibió las amenazas el mismo día que firmó contrato con la UCV. Asimismo, dijo que interpuso la denuncia el mismo día y no en la semana en que se hizo público su caso. 

RECHAZA SEGURIDAD PRIVADA

Paolo Guerrero también habló sobre la propuesta del gobernador de La Libertad, César Acuña, quien prometió brindarle seguridad privada en lo que dure su estadía en el club. Sobre ello, el jugador consideró que la garantía de seguridad debería extenderse a toda la ciudad de Trujillo y no ser exclusiva. 

"Algunas personas señalan que el gobernador regional de La Libertad tiene capacidad para gestionar seguridad para mí. Rechazo dicha insinuación o afirmación, porque los recursos públicos en materia de seguridad deben ser en favor de los propios trujillanos. El trato debe ser igualitario, porque todos los peruanos valemos igual", sostuvo.

Además, defendió su postura de no jugar en el equipo trujillano por la tranquilidad y seguridad de toda su familia.

"En mi decisión de rescindir el contrato laboral y solicitar mi desvinculación ha primado la vida, la seguridad y la tranquilidad de mi familia, amenazada expresamente, según los mensajes extorsivos, si iba a vivir a Trujillo. No existe ninguna promesa que garantice que no les pasará nada", agregó. 

PIDE DISCULPAS PÚBLICAS

El futbolista dijo esperar que su caso ayude a visibilizar aún más el problema de inseguridad que vive la ciudad de Trujillo y otras partes del país.

"Deseo de corazón que la exposición pública de mi problema ayude a que se implementen medidas que permitan que quienes también los padecen, pero no tienen visibilidad pública, como los pequeños empresarios, los peruanos de a pie, las familias peruanas, no sean víctimas de la inseguridad y de la violencia", resaltó.

Por último, pidió disculpas públicas a quienes haya ofendido con sus palabras. En dicho párrafo también incluyó a su colega, Christian Cueva, por afirmar que él habría ayudado a contactar a presuntos grupos ligados al crimen para frenar las amenazas. 

"A quienes se hayan sentido ofendidos con mis palabras, mi trato o mi emoción, mis disculpas y las de mi abogado. Para Christian Cueva (cuevita) que solo intentó ayudar averiguando la veracidad de las amenazas, a solicitud mía, a través del amigo, del amigo, de un amigo, nuestras disculpas también", escribió.