Con una dieta reforzada por el timbuche de carachama, un chilcano a base de ese pez selvático, las chicas del equipo de fútbol femenino de la comunidad shipibo conibo piensan cumplir un gran papel en el octogonal de pueblos originarios de la etapa final de los Juegos Escolares Deportivos y Paradeportivos 2022 que organiza el Ministerio de Educación.

“La alimentación de las escolares es clave para conseguir un óptimo estado de competencia”, cuenta Rony del Águila, profesor de educación física y entrenador del equipo de la institución educativa San Francisco B de la comunidad nativa del mismo nombre, ubicada en el corazón del distrito de Yarinacocha, en Ucayali.

Del Águila cuenta que todos los días las madres de la comunidad prepararon para las chicas del equipo este plato típico de la selva que es una variante superconcentrada que, además de la carachama, tiene sacha culantro, ají, huevos y otros ingredientes de la zona que prefiere mantener en reserva.

“La dieta de las chicas, al igual que la de sus familias, se basa en el consumo de productos naturales de la zona, peces que atrapan en el río, como la carachama, aunque también consumen la palometa, la shipirina, el boquichico, el paiche, el acarahuazu y la doncella, y tubérculos como la yuca y el camote, y frutas como el plátano, el mango y la papaya”, dice.

Las jugadoras vienen entrenando diariamente desde la última quincena de septiembre y sienten que están preparadas física y mentalmente para afrontar los partidos del torneo, que se desarrolla en Lima entre el 24 y 28 de octubre.

El entrenador confía en la habilidad de Keiko Ariana Yui Barbarán (16), la mejor jugadora del once, para conseguir la presea de oro en el campeonato de pueblos originarios y superar los resultados de sus antecesoras, que volvieron a la comunidad con la medalla de plata en el 2017 y 2018.

Los equipos invitados al torneo octogonal pertenecen a las etnias  wampis (Loreto), aymara (Puno), quechua collao (Cusco), shawi (Loreto), awajún (Amazonas), quechua chanca (Ayacucho), quechua central (Pasco) y shipibo conibo (Ucayali), ubicados en territorios de zonas rurales distantes de la sierra y selva que aún mantienen sus costumbres ancestrales.