Alan Cooper: “Antes de ser hombres, mujeres, profesionales o empresarios, somos seres humanos”

En "Sin barreras", el activista Alan Cooper explicó cómo enfrentó la paraplejia, las barreras sociales y urbanísticas, y cómo hoy impulsa proyectos de empoderamiento. Foto: captura.
Alan Cooper, presidente de la Asociación de Programas y Políticas Públicas para Personas con Discapacidad, compartió en el programa Sin barreras su experiencia de vida y el camino que lo llevó a convertirse en un referente en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad en el Perú.
Hace 12 años, un asalto en el distrito donde vivía marcó un antes y un después en la vida de Cooper. Un disparo en la columna vertebral le causó una paraplejia completa, condición que desde entonces lo acompaña con una discapacidad físico-motora. “Los tres primeros años fueron de aceptación, y los tres siguientes, de adaptación a esta sociedad”, relató.
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Esa experiencia lo hizo enfrentar distintas limitaciones en su día a día, desde obstáculos urbanísticos y vehiculares hasta actitudes discriminatorias. Lejos de quedarse en la frustración, decidió informarse y conocer los derechos que le correspondían para, a partir de ahí, comenzar a defenderlos y acompañar a otras personas en esa tarea.
DEPORTES, PROYECTOS Y EMPODERAMIENTO
La convicción de Cooper se tradujo en iniciativas concretas. Presentó un proyecto para crear el primer club de deportes adaptados, una propuesta que abrió camino en la inclusión desde la práctica deportiva. Sus esfuerzos lo llevaron a ser elegido como el único portador de la antorcha en la apertura de los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, un reconocimiento a su trabajo en favor de la comunidad.
Su mirada sobre la discapacidad siempre ha estado ligada al empoderamiento. “Creo que, en la etapa de superación, la mejor forma de apoyar a la sociedad y a las personas con discapacidad es empoderarlas”, afirmó. Con esta visión, impulsó también el primer certamen de belleza para mujeres con discapacidad físico-motora.
El objetivo fue claro: derribar estereotipos y mostrar la verdadera esencia de la belleza. “Más allá de lo estético, queríamos promover una belleza sin estereotipos, porque para nosotros, desde el Miss Wheelchair, la verdadera belleza es la esencia de sobreponerse a la adversidad”, explicó.
FE, ESPERANZA Y RESILIENCIA
Como hijo mayor, Cooper reconoce que siempre buscó ser un pilar en su familia. Para él, los valores que lo sostienen son la fe y la esperanza. “Creo que mientras haya vida, hay esperanza de poder cambiar todo”, señaló. Esa convicción lo llevó a aceptar su nueva realidad, adaptarse a un entorno que no siempre es accesible y, finalmente, vencer las barreras físicas y sociales.
“Cuando empoderamos a las personas, también las fortalecemos en sus derechos y deberes, así como en su equilibrio emocional, enseñándoles a manejar las situaciones adversas que aún enfrentan las personas con discapacidad”, expresó.
Cooper considera que construir una sociedad más justa e inclusiva es responsabilidad compartida. Y dejó un mensaje contundente: “Antes de ser hombres, mujeres, profesionales o empresarios, somos seres humanos, y juntos podemos construir una sociedad justa, respetuosa y con oportunidades para todos”.
Si quieres conocer más de la historia de Alan Cooper y su mensaje de inclusión, puedes ver la nota completa en el programa Sin barreras, disponible en nuestro canal de Youtube.
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